COLUMNISTAS

Algo más que votar candidatos

Publicado

5 años atrás

31/08/2020

Por

El Eco Digital

( Escribe Ricardo Aranda ).

Los tiempos previos a los actos eleccionarios, son esencialmente tiempos de reflexión. Preguntarnos a nosotros mismos, en que ciudades, en qué territorios queremos vivir, cuales son nuestros valores democráticos y todas aquellas preguntas que hacen a una vida digna de ser vivida.

Que departamento necesitamos construir para el presente y futuro.

El modelo actual de gestión ya es conocido por todos.

En mi caso, después de 15 años en la Junta Departamental, puedo decir con propiedad que he visto gobernar a la mayoría de los principales Jerarcas del PN. Tendría cientos de ejemplos para decirles que ese modelo, no es lo que quiero para mi presente o futuro, ni el de mis hijos.

Ese modelo actual, está basado en un concepto equivocado de la Función Pública.

Han logrado en estos 62 años ininterrumpidos en el poder, transformar la Intendencia Departamental, en un Club político del PN, dónde todo vale.

Dónde el propio Intendente Moreira en su momento, le dió trabajo a cien militantes del PN y los convirtió de la noche a la mañana en Funcionarios Públicos.

En esa Intendencia, se gestionan todo tipo de privilegios y negocios personales de unos poquitos dirigentes.

Allí, se persigue con saña a los que no responden a la línea política del Jerarca de turno.

En ese espacio de poder, es un vale todo.

Un funcionario del gusto del Intendente, puede hacer una carrera meteórica en pocos meses o puede quedar sin ascensos ni posibilidades de realizar concursos para ascender en la carrera administrativa.

Un Cambio necesario.

El mayor cambio que se necesita es ético y el segundo, una revisión total de la administración pública para la gestión en la Intendencia.

Se necesita una gestión cristalina en el manejo de los dineros públicos, dónde los funcionarios sientan que vale su conocimiento, su responsabilidad y capacitación permanente.

Un cambio en la gestión, poniendo al contribuyente en primer lugar a ser contemplado, y al funcionario público como un gran gestor para que el sistema funcione.

Los jerarcas, deben ser modelos a seguir por ética y buena gestión.

Que cuiden y usen muy bien, cada peso que paguen los contribuyentes.

Las empresas que contraten con la Intendencia que sean las mejores y no las amigas del poder de turno.

Y las obras que no sean pan para hoy y hambre para mañana.

En Colonia, tenemos que darnos una oportunidad de cambios éticos

En las gestiones actuales, muchas personas, reciben pasajes, becas, canastas, chapas, en algunos casos contratan sus servicios y todo eso lo paga Juan Pueblo.

Así, hacen negocios entre pocos, y Colonia necesita que la Intendencia mejore la calidad de vida de todos los Colonienses.

En esta elección hay que elegir la continuidad o un cambio profundo de gestión.

El aparato de poder es inmenso y se despliega en estos días por cada rincón del departamento.

Sin embargo, miles de gestores culturales, comerciantes, emprendedores, artistas, desempleados, amantes de la naturaleza y el turismo, jóvenes activistas, viejos y nuevos dirigentes desencantados de esos modelos caducos, van a votar un cambio y en este último mes saldrán a convencer a otros de un nuevo rumbo.

La continuidad, no es solo el Sr de las Pasantías, la continuidad se disfraza de renovación, con dirigentes que siempre han estado gozando los privilegios del Poder.

La continuidad es también Zimmer que lleva las aguas para el mismo molino, por la ley de lemas.

Del lado del CAMBIO, aspiro a que estén todos los colonienses que no se sienten representados por este modelo y por estos gobernantes que convirtieron a la Intendencia de Colonia, en el mayor club político del departamento.