Contradicciones en un país productor de alimentos

Por el profesor Sergio Sommaruga. Las contradicciones que genera una economía que excluye y segrega deben ser denunciadas, con rigor y con seriedad.

El hambre, la desesperación económica y los estragos de sentirse abandonados que padecen miles y miles de familias, son temas demasiados serios como para dejarlos en la improvisación política o las inundaciones de la bronca.

Es notorio que la gente está siendo atropellada por una violencia social cruel y egoísta.

Una violencia que nace de la voracidad insaciable de las minorías privilegiadas de acumular y extraer las riquezas nacionales hacia el extranjero, por sobre los derechos postergados de las grandes mayorías.

Según datos de la propia UNICEF, en nuestro país casi el 20% de los hogares ha sufrido inseguridad alimentaria. Es decir: hambre.

Si, el 20% de los hogares, en un país que produce anualmente alimentos para 30 millones de seres humanos.

Podría seguir con datos y ejemplos.

Ustedes también.

Pero lo cierto es que a la indignación contra las injusticias, debemos agregarle pedagogía popular para el desarrollo de la conciencia del pueblo.

Sino de este pozo no salimos.

¿Cómo construir esa pedagogía?

No hay recetas.

Pero si hay pistas y esta es una de ellas.

Como todas las semanas nuestro sindicato sigue al firme apoyando las ollas populares y las redes solidarias de vecinos y vecinas que se juntan para paliar el hambre de los que el sistema van dejando afuera.

Que cada vez son más.

No hay recetas, pero hay pistas.

La solidaridad y la conciencia de clase.

Un gran saludo a todas y todos los compañeros de la olla del galpón de Corrales, y particularmente a Claudia, la compañera de Sintep que aparece en las imágenes.

Una compañera, como tantas otras, que con su ejemplo hace más digno a nuestro sindicato.

Hasta que la dignidad se haga costumbre!!

Un gran saludo a todas y todos los compañeros de las ollas populares que hay a lo largo del país.

Hasta que la dignidad se haga costumbre!!