El gobierno que quiere el tipo

Por Gabriel Gabbiani, Edil Departamental, Partido Colorado. Por la década del ’30 saltó a la fama un periodista y humorista de extraordinario inge­nio, nacido en Salto, llamado Arthur García.

El nombre así, como tal, quizás no diga mucho, porque su fama en ambos lados del Plata llegó de la mano de su seudónimo, Wimpi, que eligió en “homenaje” al comilón serial de hamburguesas (Wimpy) que aparecía en las historietas de “Popeye, el marino”.

La obra de Wimpi, quizás el escritor preferido de mi padre, giraba alrededor de “el tipo”, nombre con el que se refería al hombre común, al que se cruzaba en la calle, al de la relación cotidiana.

Wimpi -que también tuvo sus detractores, ¿quién no?- fue un fe­nó­me­no inimitable. De manera cuasi filosófica, simple, siempre desde el absurdo, hacía reír desde las personas con nula o escasa instrucción hasta a los más inteligentes y eruditos. Todos lo entendían.

Me preguntaba, hoy, ¿que quiere “el tipo” de Wimpi?

Lo real es que quiere certezas.

Del gobierno nacional quiere condiciones para un trabajo, público o privado, pero estable, quiere bienestar económico, quiere asistencia médica de calidad y accesible, quiere educarse, quiere seguridad en su casa y en su barrio, quiere una familia que lo espere, quiere tranquilidad.

Y del gobierno departamental quiere cordón-cuneta, calles en buen estado, alumbrado extendido y funcionando adecuadamente, recolección de basura y disposición final de desechos prolijas, tránsito ordenado y seguro, control de ruidos molestos, baldíos limpios y espacios verdes cuidados.

El tipo no quiere narcotraficantes, no quiere violencia en los escenarios deportivos, no quiere abusadores sexuales, no quiere adoctrinamientos en los centros de estudios, no quiere Fiscalía y Justicia parcializadas ni politizadas, no quiere escándalos políticos, no quiere candidatos de doble discurso que dicen tener ahora las soluciones que no implementaron cuando eran gobierno. Y no quiere corrupción, licitaciones arregladas, sueldos siderales de jerarcas ocasionales.

El tipo es sencillo.

Le gusta estar en familia, en rueda de amigos, compartir un asado y sí, arriesgarse en un negocio o una inversión si tiene el capital y seguridad jurídica.

Como vos, y como yo, el tipo es sencillo.

El tipo, es el tipo.

No es tan difícil de entender.