“No me provoques al pedo; te mandan, ¿eh?” Opiniones y voluntades

Por David Rabinovich, periodista, San José

Rumbo al centro

Junto al contenedor amarillo, una pareja de edad difícil de estimar y una niña, supongo que la hija. Saludo distraído y recibo tres respuestas.

– Acá estamos Don.

– Buenos día, señor.

– ¿No tiene alguna monedita?

También sale una rotunda puteada de la boca abierta del contenedor. El niño que estaba adentro ‘requechando’ se cortó con el filo de una lata. El padre que sostenía la tapa le ayuda a salir y la madre revisa la herida con preocupación. Son flaquitos, las ropas raídas, los championes rotos…

¿Qué hago? ¿Paro o sigo? ¿Cuántos años tendrán? Seguro van a la escuela para cobrar la asignación y comer algo… O porque realmente buscan un mejor destino. ¿Qué historias de vida tiene esa familia?

En la plaza y sus alrededores, en días laborables hay gente trabajando: uno lleva quinielas, otros cuidan coches, venden medias o repasadores y bolsas de basura. Esos tienen una identificación: “Remar”. Otro toca la guitarra y canta, es joven y su música suena como una extraña queja a mis oídos. Hay quien pinta con spray sobre fibras puestas juntas. El colorido paisaje queda partido en tres. No falta quien venda tortas fritas o panchos, ni los artesanos en alambres o maderas. El centro de mi pueblo es una zona comercial y allí están también –además de las tiendas- los bancos, ‘casas de crédito’, heladerías, algún bar…

En general los bancarios ganan bien, algunos gerentes o encargados tendrán ingresos razonables, supongo. Pero: ¡Qué montón de gente laburando sin alternativas ni perspectivas, por muy poca plata!

Los domingos el único ‘negocio’ que marcha –supongo- es la iglesia. En los pueblos del interior, frente a la plaza principal están las catedrales y las Intendencias. Símbolos del poder.

Me volví caminando lento a casa.

Frente a la ‘compu’

Googleo “Un 11 de septiembre” y en el primer intento apareció sólo el atentado terrorista perpetrado en 2001. En las torres gemelas murieron casi 3000 personas. Un hecho terrible sin dudas. En la primera consulta no vi referencias al golpe en Chile el 11 de septiembre de 1973. Se estima que murieron casi 50.000 personas en Chile a raíz del golpe. El inventario de torturas, desapariciones y persecuciones de toda índole, no apareció a la vista en portada de los grandes medios.

Hay un fuerte contraste entre los protagonistas de esas jornadas. Pinochet y Osama Bin Laden me parecen ejemplos de lo peor de la humanidad. Allende, por el contrario, es un claro ejemplo de compromiso cívico y social con los mejores sueños posibles. Un verdadero líder de las causas justas.

Las derrotas aleccionadoras y las victorias de Pirro

En Nuestra América se alternan los gobiernos progresistas y los conservadores. Con los primeros, hombres y mujeres ven mejorar más o menos claramente sus condiciones de vida. Con los segundos viene una nueva vuelta de tuerca neoliberal, más concentración de la riqueza y los ingresos, desigualdad, pobreza, marginación, violencia. Las derechas se vuelven impúdicas y desvergonzadas. Las batallas culturales parecen sonreírles. Las izquierdas lucen desunidas y sin propuestas alternativas que sean claras. ¿Habrá alternativas al sistema capitalista y dentro de él, alguna solución de fondo para los terribles problemas que enfrentan amplias mayorías? Una parte nada despreciable de los marginados por el sistema apoyan a los Bolsonaro, los Piñera, los Uribe, a los Macri… Las victorias políticas son a veces pírricas y las derrotas abren nuevos caminos, ofrecen otras alternativas. Pero esto vale para izquierdas y derechas; mientras, el futuro queda preso de esas contradicciones que parecen insolubles.

Fracasa el Apruebo en Chile. Quieren otra Constitución, pero no la vigente ni la propuesta. Otra: ¿Cuál? Las sociedades aparecen divididas en pequeñas islas, cada una tiene sus propias reivindicaciones. Está la trinchera feminista, la de la diversidad, la que pelea por mejores salarios y condiciones de trabajo, el pequeño comercio, la industria nacional y la producción familiar. Más compartimentos estancos. Erizado de poderosos cañones el bunker de las grandes empresas luce inexpugnable. ¿Quién se anima contra los dueños de la tierra? ¿Cómo se pone límites al capital financiero? El poder mediático y el judicial, cada vez más, cumplen un papel reaccionario.

“A menudo existe una brecha muy significativa entre la “madurez” de las condiciones objetivas (derrumbe capitalista e intensificación del sufrimiento de las masas) y el nivel de conciencia de la mayoría de los trabajadores que no logra comprender claramente las fuentes de su miseria y qué hacer para acabar con ella. Las malas condiciones de existencia no se reflejan inevitablemente en un cada vez mayor grado de conciencia revolucionaria por parte de los trabajadores.”1

Ideas viejas sí, pero sugestivas. Por otra parte hoy trancurren experiencias interesantes que parecen poder nadar contra la corriente. Como el salmón. La revista “Nueva Sociedad”, sobre la baja inflación en Bolivia consigna: “…en Ecuador se disparó un 30%; en Argentina, 18%; en Chile, 40%; en Brasil, 49%; en Paraguay, 59%; en Perú, 64%, y ni hablar de Uruguay: ¡84% de incremento!”2. Se refiere a la evolución de los combustibles porque en esa nación sus precios están prácticamente congelados hace años. En lugar de impuestos tienen subsidios.

En muchos aspectos es un caso diferente, pero no deja de ser una sociedad profundamente dividida con una derecha fuerte, violenta, sin escrúpulos democráticos y un pueblo que son muchos pueblos y a los que se les debe todas las posibilidades que supondrían el acceso a disfrutar sus inmensas riquezas naturales. Una nación saqueada desde hace más de 500 años… Como tantas otras, pero con sus particularidades claro. Una particular diferencia es el grado de organización y conciencia en torno al MAS (Movimiento al Socialismo) liderado por Evo Morales.

Otro tema complejo para la región: el papel de los caudillos (que a veces son caudillas) populares. Los líderes suelen ser tanto héroes como villanos, mártires o verdugos. Todo esto y mucho más en las luchas de las clases. En la soberbia que asoma cuando un poderoso -secretario de la Presidencia- increpa a una joven periodista. “No me provoques al pedo; te mandan, ¿eh?”

1 https://revistaedm.com/edm/44/las-condiciones-objetivas-y-subjetivas-el-derrumbe-capitalista-y-la-accion-revolucionaria-en-el-joven-lukacs/

2 https://nuso.org/articulo/Bolivia-Arce-inflacion/