#NosVemosEnLasUrnas

Los autoconvocados no representan una crisis para el gobierno, representan la debilidad y la falta de oposición política partidaria.

Todavía falta mucho para las próximas elecciones, y queda mucho de gobierno actual. Prácticamente dos años más de gobierno, todo 2018 y todo 2019. Pero hay como una corrida hacia esas fechas eleccionarias. Y el lunes 19 de febrero, en las afueras del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, allí donde deberían estar todas nuestras energías juntas, un productor rural le gritó al presidente “nos vemos en las urnas”. ¿Qué hubiera pasado si el presidente seguía rumbo a su vehículo y entraba?: nada. ¿Qué pasó al darse vuelta y agarrar ese grito del aire?: todo. De ahí en más las redes hablaron toda la noche de ese episodio, además de haber algunos otros temas importantes como el asesinato de Florencia Cabrera y un reciente feminicidio en Vergara (Treinta y Tres) pero sobre todo hablaron de eso. Por si fuera poco, los representantes de los autoconvocados, le quitan la autodenominación de autoconvocado al productor rural que invitó al presidente a las urnas. Conviertiéndose todo mas emborroso y bochornoso aún. ¿De que se trata ser autoconvocado en ese rubro entonces? Acaso el productor no comparte demasiado con los autonconvocados oficiales como para serlo.

En un país como el nuestro, partidocéntrico y organicista; solo surgen autoconvocados cuando alguna herramienta política, gremial, sindical o del ámbito que sea, no está representando o más bien diría, actuando, tal como una mayoria relativa lo concibe o lo vive. O también si no está haciendo lo que debe hacer o no puede hacerlo. La oposición política en el Uruguay (sobre todo el Partido Nacional) hace rato que demuestra cierta debilidad para ser una opción de gobierno nacional en el momento.

El apoyo que Lacalle Pou demuestra al Intendente de Artigas, y el de Larrañaga al de Soriano,  son mojones claros. No puede la oposición bajo ningún concepto realizar tal torpeza cuando el mismo Gobierno (Frente Amplio) estaba teniendo problemas particulares de gestión y/o corrupción. El senador Lacalle Pou ni ningún integrante del Partido Nacional (PN) le queda alguna chance de ser los abanderados de la ética y la transparencia. Perdieron el tren. Sumado a eso el partido de Gobierno resuelve de manera bastante rápida y eficiente casos como el del vicepresidente Sendic o los directores políticos de ASSE. Y demuestra en hechos estar atentos a casos que van surgiendo. No así el Partido Nacional con sus miembros. Perdiéndose como ya dije la campaña de la buena gestión. ¿Quién sino el Partido Nacional tendría chances de liderar una coalición de gobierno?.

¿A que voy con todo ésto? Aquello que los partidos no canalizan y encausan, lo encausa el viento y la protesta. ¿Y eso es malo? No necesariamente. Aunque a veces parezca romántico y al decir de Hannah Arendt “revolucionario”. Los autoconvocados nos son como dicen algunos frenteamplistas por ahí “el brazo social” del Partido Nacional. Los autoconvocados son eso que los partidos de oposición no fueron. Y aquello que tampoco podrían realizar en las estructuras de sus gremiales. Aunque en los hechos se de igual. Sería mucho para la oposición adjudicarle tal evento.

¿Son importantes las autoconvocatorias? Sí, son relevantes y dicen algo muy importante del contexto actual. A los autoconvocados del 15M de España le dijeron que armaran un partido si querían jugar y armaron varias plataformas; no ganaron elecciones nacionales, pero sí varias alcaldías relevantes y molestan bastantes en el Parlamento. Cristina Fernandez también les dijo algo parecido a sus opositores y ahí anda Macri gobernando desde fuera de los partidos tradicionales aunque con los mismos apoyos. Novick logró con el tiempo canalizar a varios desencantados y militantes, y al día de hoy cuenta con un partido minoritario de oposición que suma.

El episodio a las afuera del Ministerio terminará siendo una imagen que nos quedará a todos los uruguayos, y sumado ello a las “mochilas” que soporta el campo según sus oradores en Durazno, queda más claro las intenciones de sus portavoces. ¿Digo con ésto que los reclamos del campo no son genuinos y válidos? No, para nada. Sólo agrego que aunque el gobierno busque soluciones, es mejor si se dan con otro gobierno, con otro signo ideológico. Aún en la mejor versión del movimiento #UnSoloUruguay se nota claramente su preferencia por otro gobierno no frenteamplista.

Mientras tanto todas las medidas que se van tomando (las pueden ver a todas en la página de presidencia) no van conformando a los productores. No es mi objetivo en ésta nota analizar el tema del campo particularmente (que es lo más importante y para lo cual hay gente más capacitada), sino su “politicidad”.

Habría que ir sumando cuanto nos cuesta a los uruguayos, cuantos millones son, cuantos Mides menos serían (al menos así lo piden). Pero creo que esta bien apoyar al campo, con medidas concretas, es importantísimo, allí hay miles de familias dependiendo directamente de esas fuentes laborales y a un país entero le va mejor si al campo le va bien.

Pero eso no es menos Estado como piden. Stuart Mill se enojaría. Eso es más Estado. Obviamente más Estado para el campo, no para los “pichis”. En Uruguay siempre vamos a necesitar del Estado. En mayor o menor medida, sin Estado no hay Uruguay. Lo pensaba el fin de semana cuando fui a la Fiesta Nacional del Mate en San José (espectacular fiesta) y veía el enorme escenario casi que en exclusividad de Antel.

Autoconvocados de antes. Un ejercicio interesante en ésto de los autoconvocados, para medir la revolución tecnológica agricola que hemos tenido, es comparar las fotos de las máquinas que tomaron Avda Libertador en 1999 y las máquinas y vehículos que vemos hoy en día en las concentraciones. Sin dudas ha sido una década ganada en ese aspecto. Los productores lo saben bien. Incluso comparándose con provincias Argentinas o el sur de Brasil, la maquinaria y la tecnología de Uruguay está muy bien valorada. Y si comparamos a los trabajadores rurales de ahora con los de los 90 (para no ir tan lejos). Sin dudas ellos saben los cambios.

No hay grieta entre campo y ciudad. Lo que hay es una polarización dirigida y operada (“éste es el principio del fin”, “si tiene que correr sangre que corra”, etc etc.) . Lo que hay es una trinchera política Y está bien que la haya, pero que se exprese tal cual es. Anoche luego del incidente hubo cierto festejo en varios puntos del país, por lo menos el de Pocitos, se televisó. Pero parece segun las redes que también hubo en Durazno, en Paysandú y en Carmelo.

Por otro lado, no veo patotear a todos los intendentes con enormes sueldos, con acomodos y nepotismo que Juan Pueblo sabe incluso desde antes que salga en las redes. Porque las Intendencias y los Municipios son parte del Estado también. Y vaya que hay problemillas allí.

Pero al igual que el presidente Tabaré Vazquez me quedo también con la frase del productor rural, pero por otras razones, pues al fin y al cabo no fue invitado a un duelo con armas, sino a una instancia fundamental de nuestra democracia. Las Urnas. Y es en esa plataforma donde se deben dirimir nuestras diferencias legímitas.

Mg. Maxi Olaverry Chiazzaro

(Politólogo y Magister en ddhh y democracia).