Poca seriedad y un pancho con mostaza

Estamos comenzando la etapa final de la campaña electoral que nos llevará finalmente a la elección de un nuevo Presidente y los candidatos comienzan a definir perfiles y hacer propuestas.

A través de las propuestas vamos viendo quién es quién, porque cada vez que un candidato propone algo, siempre va a haber gente que se va a beneficiar mucho, otros se van a beneficiar algo y otros se van a perjudicar. Nada es gratis.

Por eso cuando algún candidato dice que no es “ni de derecha ni de izquierda”, en realidad está tratando de
ocultar que es de derecha. Ninguna propuesta es inocente, ninguna propuesta beneficia a todos; cuando un gobernante impulsa una medida, sabe que algunos van a verse beneficiados y otros perjudicados. Es inevitable y si alguno dice lo contrario, está mintiendo.

Talvi es uno de los candidatos a participar en las elecciones internas por el Partido Colorado y ante su estancamiento en las encuestas, ha decidido hacer promesas que le permitan por lo menos acercarse a la intención de voto de Sanguinetti.

Así es como difundió por las redes sociales una foto suya comprando un pancho en un carrito, lo que
supuestamente mostraría un acercamiento a los gustos de los sectores populares, ya que no
se puede acercar a Sanguinetti.

Casualmente otros dos candidatos de la derecha vernácula también aparecieron estos días comiendo panchos en carritos montevideanos, lo que muestra que todos tienen el mismo asesor de imagen y que ese asesor les dijo que
comiendo panchos se gana una elección.

¿Cuál es la propuesta revolucionaria del empresario Talvi para esta campaña? En un acto en el cual había unos cuantos veteranos que lo escuchaban, prometió “eliminar el IASS”.

Y todos los aplaudieron.

El IASS es un impuesto que se cobra desde el año 2008 a todas las jubilaciones superiores a 33.300 pesos. Es decir que todos los jubilados que cobran menos de esa cantidad nunca pagaron un solo peso de este impuesto. O sea que les da lo mismo que se derogue o no se derogue, porque nunca lo pagaron.

Según cifras oficiales, el 80% de los jubilados no pagan IASS, porque el 80% cobran menos de 33.300 pesos.
Pero veamos más: si un jubilado cobra 35.000 pesos de jubilación, por ejemplo, paga 170 pesos de IASS, uno que cobra 50.000 pesos, paga 1.670 pesos de IASS.

Imaginemos un caso raro: si una jubilación es de 186.000 pesos, paga 27.600 pesos de IASS. Esto significa
que solamente los casos de jubilaciones muy altas, pagan una cifra significativa de este impuesto. Estos últimos son los que deberían aplaudir de pie a Talvi cuando propone eliminar el IASS, porque solamente los que tienen esas jubilaciones altísimas son los que pagan un dinero importante.

Es decir que la propuesta de Talvi en realidad beneficia exclusivamente a quienes tienen jubilaciones superiores a los 150 o 160 mil pesos. Clases populares, que le dicen.

En resumen, la inmensa mayoría de los jubilados no paga un solo peso de IASS ni nunca lo pagó y solamente las jubilaciones de más de 150 mil pesos pagan una cantidad significativa. Nada de esto aclara Talvi cuando hace su discurso, pensado para ganar algún aplauso fácil, porque proponer la eliminación de un impuesto siempre es buscar el aplauso fácil.

No debe haber propuesta más fácil que la de eliminar impuestos; tal vez el empresario Talvi debería recordar que cuando se fue el último gobierno colorado, había jubilaciones de 300 pesos.

Nuestros políticos opositores están necesitando un poco más de seriedad a la hora de hacer propuestas engañosas, no dejarse llevar por la desesperación. La próxima foto seguramente va a ser comprando un chori en un medio tanque. Suerte empila.

José Luis Pittamiglio – Edil Departamental Partido Socialista (FA)