COLUMNISTAS
Reabre el famoso museo Tate Modern de Londres con una uruguaya entre los guías
Uno de los museos más famosos de Londres, que recibe por día 15 mil visitantes reabre sus puertas al público este lunes 27, tras el azote del Covid 19. Formará parte del grupo de guías voluntarios, una uruguaya, que nos cuenta cómo es llegar a esa instancia y cómo es el museo Tate Modern.
La abogada y escritora uruguaya, Ana Vidal, radicada desde hace varios años en Inglaterra, ha pasado por diversas actividades de servicio comunitario, por ejemplo atención a refugiados. También es miembro de talleres de escritura y representante latina en eventos literarios. Ahora está sumamente entusiasmada por formar parte de la plantilla voluntaria, honoraria, de mostrar al mundo el museo Tate Modern, como lo hacen cientos de voluntarios que a diario brindan sus conocimientos a los visitantes
Vidal, columnista literaria de EL ECO, esta vez nos habla de su experiencia de ingresar al Tate Modern y cómo es este maravilloso museo que reabre este lunes 27 de julio.
Por Ana Vidal. El Museo Tate Modern es uno de los principales museos de arte moderno y contemporáneo del mundo. Es una fundación sin fines de lucro que se mantiene con diferentes tipos de aportes y se apoya en buena medida en el trabajo de guías voluntarios para procurar la difusión cultural al mayor espectro de público posible. La entrada al museo es gratuita excepto a ciertas exposiciones temporarias cuya recaudación ayuda a la financiación del Museo.
Uno de los tantos hall del museo
El trabajo voluntario es una institución en el Reino Unido. Es muy habitual, no solo para gente mayor o jubilada, que encuentra en las más diversas tareas y proyectos de ONGs un nuevo desafío para esa etapa de la vida, sino para jóvenes que quieren ganar experiencia laboral (el trabajo voluntario cuenta para el curriculum) o estudiantes que necesitan hacer créditos para sus cursos universitarios.
El programa de selección de guías para hacer tours en el Tate es muy riguroso. Tuve la suerte de enterarme del llamado por una amiga argentina que trabaja en el Museo, ya que hacía tres años que no se reclutaban guías y la cantidad de interesados es muy grande. La labor de los guías consiste en hacer aproximadamente una vez a la semana un tour de 45 minutos donde se comentan entre 5 a 8 obras. Las obras son elegidas por el propio guía, con total libertad para expresarse al respecto. No se trata de la lección de un profesor, ni de la conferencia de un experto, el guía proporciona un contexto con datos de la obra y el artista, buscando facilitar el cuestionamiento y que los visitantes creen su propio significado.
Los requisitos previos son: permiso de trabajo, referencias, curriculum y certificado de buena conducta. Sin embargo, no es requisito tener ningún conocimiento previo de arte, algo que en mi caso me hubiera eliminado de primera. Al contrario, se busca que el equipo sea lo más diverso posible, de distintas formaciones, etnias y edades, de modo que puedan aportar una visión fresca y diferente que facilite el vínculo con el público, que obviamente también es sumamente variado. No se busca dar una versión institucionalizada y aprendida de memoria sobre las obras exhibidas, sino enriquecer el debate.
Dentro del proceso de selección hay una entrevista individual donde se debe hacer una exposición de cinco minutos sobre cualquier tema. No se evalúa el conocimiento sobre el tema elegido, sino la habilidad para captar el interés del otro al exponer. Para esa oportunidad elegí a Joaquín Torres García, no solo porque me gusta su obra sino porque me pareció un debido homenaje ya que a pesar de su relevancia dentro del arte moderno, no se exhiben obras suyas en el Museo en este momento. Durante el entrenamiento y una vez finalizado el mismo, también hay que rendir varias “pruebas”, haciendo tours en distintas zonas del museo ante compañeros y funcionarios del Tate.
Aunque muchos se preguntarán qué gracia puede tener un trabajo no pago para el que encima hay que estudiar, las ventajas pueden ser infinitas para quien esté en posición (laboral, mental o económica) de poder disfrutarlas. En principio, el propio entrenamiento que el Museo nos brindó desde octubre a diciembre del año pasado, fue como si hubiéramos asistido a un curso acelerado de Arte moderno y contemporáneo en uno de los principales museos del mundo. Una vez por semana recorrimos los salones luego de que el museo cerrara sus puertas al público, tratando de asimilar el impacto de que ese enorme edificio lleno de bellísimas obras de arte -y otras no tanto-, fuera nuestro salón de clase. Otros beneficios, una vez aprobada la prueba final, son el acceso ilimitado a todas las exhibiciones pagas dentro de los museos Tate y de cualquier otro museo de Londres, inclluso de otras ciudades de Europa en ciertos casos, así como una formación continua en relación a nuevas exhibiciones, conferencias, etc.
El Museo cerró sus puertas a fines de marzo debido a la pandemia y reabrirá el próximo 27 de julio bajo las reglas de la “nueva normalidad”. Durante el cierre, el proceso de aprendizaje continuó mediante reuniones en Zoom donde los guías y personal del museo brindaron charlas y conferencias sobre distintas obras y artistas.
Edificios
En principio existía el museo Tate Gallery, fundado por el magnate azucarero Henry Tate en 1897 (hoy Tate Britain dedicado a obras británicas). En el año 2000 abrió sus puertas el Tate Modern en el edificio restaurado que pertenecía a una antigua usina eléctrica sobre el río Támesis y allí se mudaron las obras de arte moderno y contemporáneo internacional desde 1900 a la fecha. Arte Moderno se considera aproximadamente desde 1860 a las décadas 60-70 y arte contemporáneo desde esa fecha hasta hoy.
Visitantes
Tate Modern tiene casi 6.000.000 visitantes al año (15.000 al día).
Fachada principal del museo Tate Modern sobre el río Támesis, Londres.
Algunas obras del museo que he disfrutado gracias a mi entrenamiento como guía:
Fons Americanus, 2019 – Kara Walker
La aclamada artista estadounidense Kara Walker presenta una instalación temporaria en el hall del Tate Modern. Fons Americanus es una fuente de 13 metros de altura inspirada en el Victoria Memorial frente al Palacio de Buckingham, Londres. En lugar de una celebración del Imperio Británico, la fuente de Walker explora las historias interconectadas de Africa, América y Europa. Utiliza el agua como tema clave, refiriéndose al comercio transatlántico de esclavos y a las ambiciones, destinos y tragedias de personas de estos tres continentes. Fantasía, hecho y ficción se encuentran a una escala épica.
Mujer llorando, 1937 – Pablo Picasso
El 26 de abril de 1937, la fuerza aérea de la Alemania nazi bombardeó la ciudad vasca de Guernica. El ataque se llevó a cabo en apoyo de las fuerzas nacionalistas del general Franco. Fue una de las peores atrocidades de la Guerra Civil Española. Picasso respondió a la masacre pintando el gran mural antibélico Guernica. También hizo una serie de pinturas adicionales de una figura del mural, una mujer sosteniendo a su hijo muerto. “Mujer llorando” es la última de esta serie. La figura está basada en la artista y fotógrafa Dora Maar, quien documentó la realización de Guernica.
Fuente, 1917 – Marcel Duchamp
La fuente es la más famosa de las llamadas esculturas prefabricadas de Duchamp (artista francés que emigró a Estados Unidos durante la 1ª. Guerra Mundial). Objetos manufacturados ordinarios designados por el artista como obras de arte plantean la pregunta al espectador: ¿qué es el arte? Personifica el desafío a las convenciones y afirma nociones de arte por las que Duchamp se hizo conocido. A partir de allí nace el arte contemporáneo, para el cual las ideas del artista son más importante que sus habilidades técnicas.
Carrés, 1951 – Carmelo Arden Quin
Entre las obras exhibidas en el museo se ven pocos artistas latinoamericanos, por eso sorprende encontrar en un lugar destacado la obra del compatriota Carmelo Arden Quin, quien es poco conocido en Uruguay, salvo por un grupo de expertos.
Carmelo Arden Quin Nació en Rivera en 1913. En 1932 estudió pintura e historia del arte con el pintor catalán Emilio Sans en Santana do Livramento, Brasil.
A la edad de veintiún años (1935), conoció al pintor y escultor uruguayo Joaquín Torres García, quien ya era un artista muy estimado y vinculado a las corrientes artísticas en Europa (Constructivismo). Torres-García se convirtió en su mentor y esto determinó su futura inclinación hacia la abstracción.
En 1943 dejó Montevideo y se trasladó a Buenos Aires, donde en colaboración con otros artistas lanzó el movimiento Arte Madí, dedicado a la abstracción geométrica pura, que más tarde se convirtió en un movimiento internacional que existe hasta hoy (Museo de Arte Madí en Dallas, Texas)
En 1948 se trasladó a París, donde continuó produciendo muchas más obras de Arte Madí a lo largo de su vida. En 1990 fue incluido en la exhibición del Museo de arte Moderno de Nueva York. “Artistas Latinoamericanos del siglo XX”. Murió en Francia en 2010.
Carmelo Arden Quin en su estudio en París rodeado de obras de Arte Madí.
-
NECROLÓGICAS15 horas atrás
Necrológicas – Octubre 2024
-
SOCIEDAD14 horas atrás
La investigación del incendio y nuevas unidades en la empresa interdepartamental Berrutti
-
CULTURA14 horas atrás
Este domingo presentación de temas de carrozas, coreografías y reinas
-
CULTURA3 días atrás
Los mejores platos en la Escuela del Hogar de Carmelo
-
CULTURA2 días atrás
Este viernes expo-venta anual de la Escuela del Hogar
-
Sin categoría3 días atrás
Museo del inmigrante en Ombúes de Lavalle
-
SOCIEDAD2 días atrás
Los temas más destacados de la edición papel de EL ECO de este sábado 5
-
CULTURA3 días atrás
Hoy muestra en la Biblioteca “Pérez Castellano” de Carmelo