¡Siii! ¡Vinieron a censarnos!

Por el escritor Marciano Durán

– Viejo, están golpeando la puerta. ¡Viejooo! ¿Abrís vos? – gritó mi mujer desde la cocina.

-Estoy en el facebook- le contesté – ¿vos no podés? ¿en qué estás?

-Puedo, pero me parece que es la del censo y como sé que la estás esperando desde hace
Hempoooo…- me dijo mientras la cebolla chistaba en la olla y el guisito empezaba a
armarse.

– ¿Esperando yo? para nada – dije, me paré rapidito, volqué el mate, tropecé con la
alfombra y corrí a abrir la puerta.

EfecHvamente, la bruja de mi mujer volvía a tener razón. Una señora -más bien chiquitacon carpeta y tablet bajo el brazo, se presentó como la persona que tenía que censarnos.

Hace dos meses que espero ansiosamente este momento, así que le dije que pasara, que
se pusiera cómoda y que nos acompañara con el guisito.

-No, muchas gracias, lo hacemos desde acá, desde la puerta nomás, señor.

Tuve que insisHr mucho para que al final la señora -o señorita- se acomodara en la mesa
del comedor. Le corrí el mantel para que apoyara la tablet, se sacó los lentes de sol, se
puso los de aumento, mi miró por encima de ellos y arrancó:

– ¿Cómo se conforma su familia?

-No se conforma- le dije. No se conforma con nada, es como que siempre quieren más.

-No, no me entendió señor. La pregunta es “cómo está conformada”.

– ¡Es que no está conformada! Mi hijo mayor quiere que le compre una moto, la chica dice
que el celular que Hene es muy viejo, a mi mujer ahora se le dio por el gimnasio, mi
nuera…

-Bien, bien- dijo la señora tratando que me callara, hizo un gesto raro con la mano que no
alcancé a entender y siguió:

-Vayamos a la vivienda- dijo.

-Es esta- le dije, estamos en la vivienda.

-Sí, lo que quiero decirle es que vayamos a hablar “sooobre” la vivienda- e hizo comillas
con los dedos sobre su cabeza.

-No tenemos azotea, señora, sigamos acá. No podemos hablar sobre la vivienda porque el
techo es de chapa.

– ¡Que quiero preguntarle sobre la vivienda, señor! ¡Respecto a la vivienda! ¡Cosas de la
vivienda! – agregó poniéndose un poquito nerviosa. ¿El baño es de uso exclusivo?

– ¡De uso exclusivo del señoooor!- gritó mi mujer desde la cocina mientras agregaba el
morrón picadito. ¡El señor se toma su Hempo! A veces me pregunto que hace tanto rato
ahí adentro.

-No señora- dijo la mujer ahora apuntando su cabeza hacia la cocina- me refiero a si viene
más gente a usar el baño.

-Sí, los domingos no da abasto, cuando viene la familia grande o en los cumples. Pero no
necesitamos otro baño, eso es para que vea que sí, que nos conformamos –le dijo mi
mujer colocando la carne cortadita en la olla.

– ¿Cuantas de las habitaciones son uHlizadas para dormir? – dijo volviendo a dirigirse a mí.

-¡Todaaaas!- contestó mi mujer abriendo la pulpa de tomate. Éste –refiriéndose a mí- se
duerme en el sillón mirando la televisión, se duerme en el dormitorio mientras va cayendo
hacia la cama, se duerme en la cocina cuando desayuna, se duerme sentado en el wáter.
Ponga “todas” señorita.

-No, la pregunta es por otro lado- dijo la mujer visiblemente alterada.

– ¿Otro lado? – no la estamos entendiendo señorita.

– No importa ¿Cuál es la principal fuente de energía que uHliza este hogar para
calefaccionar ambientes?

-Depende la hora, señorita. A la tardecita el calorcito viene de los informaHvos del 4, el 10
y el 12. Al mediodía nos calentamos con Esta boca es mía, los domingos a la noche con
Santo y Seña y los viernes hervimos con Polémica en el bar.

-¡Señor, le pregunto por las fuentes para calefaccionarse! ¿Es que es tan diecil lo que
pregunto? – agregó cerrando sus manos con fuerza.

-Sí, son esas. Y si está muy crudo, muy, muy frío, vemos unos videítos de la Bianchi y de Da
Silva que tenemos grabados. ¿Está anotando todo eso verdad, señorita? Yo no la veo
anotar.

-Seee…Cambiemos de tema favor ¿Cómo se desecha la basura de este hogar?

-No se desecha.

– ¿Cómo que no se desecha?

-No, hace dos años que no nos está sobrando nada. Nos estamos comiendo hasta las uñas,
es más, estamos más cerca de entrar que de sacar basura.

– ¿Tienen calefón?

-Apagado

– ¿Calentador?

-Apagado

– ¿Refrigerador?

-Vacío

– ¿Aire?

-Cuando abrimos las ventanas.

-El piso de la vivienda es de …

-Cerámicos importados- contesté rapidito y orgulloso

– ¿Italianos?

-Del Chuy, estuve importando más de seis años. Traía en un bolso de a tres baldosas.

– ¿Cuál es el origen del agua uHlizada para beber y cocinar?

-Supermercado.

-No tengo esa opción, las opciones son OSE, POZO, ALJIBE, CACHIMBA y ARROYO.

-¡Preparale a la señora un tecito con agua de la que ella dice! – vieja- le grité a mi mujer
que quedó abriendo la canilla con una mano y revolviendo el guiso con la otra

-No, gracias ¿Cómo llega el agua a la vivienda? ¿Por cañería dentro? ¿Por cañería desde
afuera?

-Bidón los primeros días del mes, botella de litro y medio los siguientes diez días, botellita
chica la semana siguiente, canilla y lluvia cuando se acerca el fin de mes.

-¿Este hogar es integrante de cooperaHva-propietario- inquilino? – y mi mujer volvió a
saltar desde la cocina:

-¡Gandolfo!

-¿Gandolfo?

-Sí, escriba Gandolfo señorita, es el gerente del banco donde sacamos el préstamo. A él le
debemos unas 623 cuotas. ¿está anotando? No sé por qué, pero me parece que dejó de
anotar.

-Nnoooo,- me dijo notoriamente molesta, mientras se rascaba la cabeza como para
arrancarse un pedazo de cuero cabelludo. ¡No! No escribí Gandolfo si es eso lo que le
interesa saber. ¡Vamos a usted!

– ¿Vamos a mí?, no la enHendo.

-Que no voy a preguntarle más nada de la vivienda, voy a hacerle preguntas sobre usted.
¿Sexo?

– ¡Pocooo! -gritó mi mujer otra vez mientras probaba el guiso con una cuchara de madera.

– ¿Cómo poco? – dije parándome y yendo hacia la cocina – Disculpe señorita, ya vengo.
Dos meses esperando esta entrevista y vos le decís a la señorita….

-Señor, espere, vuelva – me dijo como sollozando. No es eso lo que quiero saber. Vuelva
por favor. La pregunta es ¿con qué género se idenHfica?

-Algodón, lino, en fin, lo natural. Lo que no me gusta es el poliéster, por ejemplo.

-Yo me quiero ir- dijo la mujer mientras aplaudía despacito con las dos manos… y
traspiraba.

-¡Vieja! Tráele un te de Hlo con agua del bidón a la señorita. Ah! No, es fin de mes, con el
agua de lluvia que juntamos

-No, estoy mejor, gracias-, dijo secándose la frente con un pañuelo de papel. Sigamos por
favor. ¿Quién es el jefe o la jefa de referencia del hogar?

-Yoooo- gritamos los dos a la vez.

-No, no puedo anotar eso; Hene que ser uno solo y no quiero más discusiones, yo tengo
que seguir censando otras casas.

-Gandolfo- contestamos a dúo.- Ponga Gandolfo.

-Bien ¿Tiene dificultades para oír?

-No le escucho- dije para hacer más ameno el mediodía.

– ¿Qué si Hene dificultades para oír?

-Más fuerte por favor, dígalo como gritando

– ¡Si Hene dificultados para oiiiirrr!

-No.

– ¿Tiene dificultades para recordar o concentrarse?

– ¿Recordar qué cosa?

-Las preguntas del censo, por ejemplo

– ¿Qué censo?

-Asiste actualmente a un establecimiento de enseñanza. Opciones: preescolar, primaria,
secundaria, superior o técnica.

-Sí.

– ¿A cuál?

-A todos, arranco llevando a nuestro hijo a la universidad porque el ómnibus pasa
lejísimos, vuelvo y llevo a la del medio al liceo, enseguida a mi nieta del primer matrimonio
al jardín de infantes, después a la chica a inglés, al mellizo al baby futbol a…

-No, señor- lo que quiero saber es… ¿Cuál es el nivel más alto que cursó?

-1 metro 80 pero hace Hempo, creo que ahora arranqué a achicarme.

-¡¿Cuaaaaaal es el área del nivel más alto que estudió?!!!- dijo ahora completamente
descolocada.

-El área grande, jugué de tres.

-¡No doy más!. Me quiero ir. ¿Cree tener ascendencia? Afro o negra-asiáHca-blancaindígena

– ¿Usted quiere saber qué es lo que soy o que es lo que creo que soy?

-Esteeee, acá dice que me Hene que decir lo que usted cree que es.

-Bien ¿afro que viene a ser?

-Negro.

-Pero Egipto está en África y son todos blancos.

-Bueno, conteste lo que quiera, para este censo lo importante no es lo que es sino como se
auto percibe.

-Bueno, como verá tengo apariencia caucásica, no obstante mi bisabuela era del Líbano.
Ponga asiáHco. ¡No! Tache, ¿se puede tachar en ese aparato? En realidad a mi bisabuela la
habían adoptado. Ponga que soy blanco. No tache otra vez, ahora que me doy cuenta yo
muy blanco que se diga no soy. Soy más bien medio, o sea , yo me siento medio indio.

Ahora… no sería de extrañar que tenga orígenes en Europa del Este o que sea caucásico
pero yo me siento muy amigo de los negros del África, en las películas siempre quiero que
ganen los negros y los indios y si me apura yo me sospecho, es decir, me autopercibo
bastante vasco, por lo porfiado ¿no? Pero póngale unos pesos también a mongol, ¡ojo! yo
uso muchos yuyos como los aborígenes, pero claro también me apasiona el candombe.

Capaz que podría poner mulato. O ponga todo y borre nazi que eso seguro no. Ahora que
lo pienso, hay días en que me autopercibo italiano, por lo gritón ¿no? pero me gusta
mucho la música tropical y la comida mexicana bien picante., ¿Usted que me pide? ¿Mi
percepción o la de los demás? ¿Lo que me hubiera gustado ser o lo que soy? Mire señorita
el otro día…- dije, fui a conHnuar y la mujer no estaba

-Vieja- le grité a mi esposa- ¿la señorita está con vos tomando el té de lluvia?

-Acá no, ¿no es aquella que va corriendo por la vereda de enfrente?