Tic Tac Efímero

En el renacimiento con la invención de la brújula se fueron ajustando detalles para tener una medición más exacta. Pasó luego el reloj de agua y el de arena.
Fueron varias las modificaciones que sufrió aquel arcaico instrumento, hasta llegar al modelo actual.
Es el tiempo un elemento que fue cobrando importancia en la vida diaria de las personas. Se establece por ejemplo la división del día en 24 horas, en donde se dice que tenemos 8 horas para dormir, 8 horas para el ocio y 8 horas para trabajar.
Esta idea la tenemos impuesta por un sistema laboral que se fue regulando con los años. Fue el modelo Tayilorista (1880) el que utilizó el tiempo como herramienta para perfeccionar y sistematizar la producción en cadena. Frederick Taylor, economista e ingeniero estadounidense ideó un método para organizar la actividad laboral que se basa en la especialización de los trabajadores, el control del tiempo destinado a cada actividad y la división de tareas. Reguló la producción de los obreros, organizó las tareas de tal manera que se redujeran al mínimo los tiempos muertos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de herramientas. Esto generó una producción en serie optimizada y controlada por el correr de los minutos.
En la actualidad tenemos una utilización algo más diferente del tiempo, se mantienen los 3 pilares (tiempo para dormir, trabajar y ocio) pero el uso es diferente, y esto es fruto de varios factores que trajo la posmodernidad, caracterizada por crear sociedades de consumo algo individualizadas y, a diferencia del sistema Taylorista, con poca regulación debido a su ambivalencia al momento de generar orden y disciplina en las normativas de la convivencia.
Estamos en una sociedad que es pluralista. Hay pluralismo de creencias, de estilos de vida, de concepciones morales, se fue transformando la sociedad en un bloque más superficial y frio; se pasó a manipular el tiempo del otro, la sociedad del individualismo utiliza el tiempo del otro en desmedidas oportunidades. La impuntualidad es una nueva costumbre que se propagó en la sociedad uruguaya, la espera continua en determinados servicios por falta de empatía de quien los brinda es de todos los días y aprendimos a convivir con ello. Pero cuidado, no aprendimos en el sentido etimológico de APRENDER (incorporar una idea o actividad porque consideramos que es una buena costumbre y nos va a aportar algo) sino que aprendimos a convivir para no chocar a diario con un muro burocrático que se fue propagando en cada lugar donde la interacción entre las personas es cotidiana.
Se propagó la falta de empatía, la imposibilidad de ponerse en el lugar del otro por un momento y pensar qué es lo que verdaderamente necesita.
“El vinculo es lo que da sentido a lo que somos y al mundo en que vivimos, ya que alude a la relación del sujeto consigo mismo, con los otros y con el mundo; y esta relación solo es posible si está preñada de sentido. El vínculo es en y por el sentido que todo tiene para el sujeto y su entorno” (Cegarra, J. 2012)
Es el tiempo la medida por excelencia de hoy en día, la vara con la que medimos el capital: tengo tiempo. Y esto es porque a mayor tiempo mayor productividad. Hay que aprovechar el tiempo, exprimir cada segundo para sacarle el máximo jugo posible. Se habla del buen uso del tiempo. Se organiza la vida alrededor del rol productivo, mirando siempre de reojo al tiempo.
Lo que tenemos hoy en día son demasiados estímulos electrónicos que desvían nuestra atención y aceleraran mágicamente el paso del tiempo. “Satelital es el mejor plan cuando te sentís aburrido” (Caballo Loco 2010).
Ponemos nuestra vista en modo black mirror y dejamos que el ciber-espacio nos transporte a su mundo. Cuando levantamos la vista han pasado horas, las cuales jamás vamos a recuperar. Por todos lados se ven caras de terror, así es cuando miramos a nuestro alrededor y vemos una persona caminando y cruzando la vía pública con los ojos clavados en un aparato móvil de 10x10cm. Levantemos la mirada, en una de esas hay algo más interesante pasando por delante de nuestros ojos.