Eliminado de Catar: Uruguay regaló dos partidos y medio

El increíble gol sobre la hora de Corea del Sur y su triunfo ante Portugal, fueron la sorpresa menos pensada para el técnico uruguayo Diego Alonso que le pareció que el 2 a 0 era suficiente, y sacó de la cancha a Giorgian Arrascaeta y a Luis Suárez cuando Uruguay necesitaba imperiosamente el tercer tanto.
Uruguay se manejaba como si ya estaba todo liquidado cuando llegó la información de que Corea había pasado al frente en el teanteador.
Todo sacudió dentro y fuera de la cancha. Todo se movió. Y el equipo se adelantó en el campo de juego. Este Uruguay del segundo tiempo se pareció al planteo de los dos partidos previos y solamente las manos y el coraje de Sergio Rochet, hicieron que Ghana no marcara.
A partir de allí fue toda desesperación, todo pelotazo y Uruguay pareció volver a ser el equipo del primer tiempo; todavía queda en el tintero el penal que le cometieron a Cavani que el juez y el VAR (hasta cuando) desestimaron, y que tanto al final del encuentro los jugadores recriminaron al árbitro.
La desesperación y la necesidad de arriesgar para ir al ataque en busca de ese festejo que nos permitiera pasar, mientras el llanto de Suárez en el banco de suplentes era incontenible.
Un remate cruzado de Maxi Gómez en la adición hizo que el golero la sacara en gran acción defensiva en una de las últimas del partido. También lo pudo hacer Coates tras pase de Cavani, pero la pelota se fue desviado. El tiro libre de La Cruz que murió en las manos del arquero.
Y así pasaron los minutos y el pitazo de Siebert cerró el partido y selló el triunfo por 2-0, corto para la necesidad de Uruguay, que se despide del Mundial pagando errores del pasado en dos presentaciones iniciales que quedaron en el debe. Habrá que esperar cuatro años más y pasar por las Eliminatorias después de desperdiciar una hermosa oportunidad.