Guirín habla sobre cómo fue retirado de Plaza y su situación actual

El ex arquero de Plaza Colonia, el palmirense Nicolás Guirín Chialvo, de 28 años, a un mes de recibir por “sorpresa” que era rescindido por el club, tras una década defendiendo ‘al pata blanca’ -y ser parte de la historia deportiva más relevante de la institución-, atraviesa un momento de “incertidumbre” en la espera de un nuevo destino.

Tenía contrato hasta el pasado 30 de junio y “cuatro días antes de que se venciera, a mí y a cuatro compañeros más nos dijeron que no nos iban a tener en cuenta. En mi caso en particular me dijeron que querían un cambio de aire para el club, para el arco, una manera de decirme que no iban a contar conmigo”, dijo Guirín a EL ECO.

“Hacía muchos años que estaba en el club y con una relación muy buena, pero al no estar jugando tal vez no estaba en mi mejor versión y fue esa la decisión”.

“Me dolió la salida, no la esperaba. Hacía 10 años que estaba en el club, y uno piensa que va a estar para siempre acá, cuando no es así. Hay que buscar nuevos desafíos, hay que ir por ellos porque solos no vienen, y ahora estamos en eso. Estamos trabajado con algunos representantes en distintos clubes, pero es bastante complejo, un día te escriben dos o tres, después los llamás y no te responden el teléfono. Nunca me había pasado estar en esta situación así, muchas dudas, nervios”, contó a EL ECO.

Dar vuelta la página y continuar. “Había cumplido un ciclo, habíamos logrado muchas cosas por el club, si bien algunas las logré estando en el banco y no jugando, pero salir dos veces campeones con Plaza Colonia no es fácil, jugar una copa Libertadores, jugar el Sudamericano, dos ascensos, son cosas que vas logrando en el club, y dices: ya no hay más nada para ganar en el club, entonces era como un ciclo terminado y era bueno terminarlo”.
En el fútbol “son momentos. Somos un signo de pesos, no somos personas sino plata, no se valora si eres buena persona, hablando en el mundo del fútbol en general, porque yo sí me sentía valorado por el club”.

Su lesión en la mano en el 2020, y no haber aprovechado en su momento el interés que tenían por él dos clubes extranjeros, serían determinantes para que hoy atraviese una coyuntura incierta.

“En el 2019 hicimos un excelente año con Plaza, en el Clausura terminamos 3ro. o 4to. con la valla menos vencida, estando Kevin (Dawson) en Peñarol y (Luis) Mejía en Nacional. A comienzo de 2020 se nos da la clasificación Sudamericana, pudimos pasar de fase, hasta que vino el parate por el Covid. Ese año, en el 2020 sentía que estaba en mi mejor momento, y me salió la posibilidad de ir a Pumas de México, y se dio la casualidad que me lesioné y me tenía que operar la mano, por lo que no pude irme. Ese fue un momento clave en mi vida, me hubiera cambiado para siempre la carrera en lo económico y en lo profesional”, sostuvo.

“También, antes de renovar con Plaza a fines de 2021 vino la oportunidad de ir a Guayaquil, pero por distintos motivos, estaba medio inseguro, tampoco había una diferencia económica, era ir a un club de la B. Hablé con Plaza y me dijeron que me tendrían en cuenta y me quedé. En el 2022 jugué todos los partidos, y hoy estoy pagando los platos de no haberme ido en ese momento, pero bueno uno nunca sabe cómo hubieran salido las cosas si me iba”.

Este año, el 2023 todo fue “extraño” por encima de su rescisión. El no jugar es una pregunta que se hace Guirín, quien hasta el día de hoy no sabe por qué se dio. “Sentía que estaba haciendo las cosas bien, el año pasado fui capitán todo el año, si no estaba el Flaco (Álvaro Fernández) estaba yo, por lo que no sé qué paso, porque primero me sacaran de capitán, que en ese sentido sí no me sentí valorado porque hacía diez años que estaba en el club, me habían dado la cinta porque me la gané.

En el inicio de la presente temporada “jugamos primero con Deportivo Maldonado y perdimos 1 a 0, el segundo contra River perdimos 2 a 0, después el tercero con Nacional ganamos 2 a 1, y yo anduve bien. Algunos medios me habían elegido figura del partido, hasta que perdimos 5 a 0 con Danubio en Jardines. Esa fue la gota que rebasó el vaso para que terminaran sacándome. Creo que la decisión venía de antes, pero como había andado bien contra Nacional y habíamos ganado, tal vez no me sacaron ahí”.

Guirín está en un momento en que “no puedo quedarme parado, porque en caso que salga algo debo estar bien y estoy entrenando con un profe, acá en Colonia”.

Lo que está atravesando actualmente le genera “incertidumbre. Tenemos que seguir viviendo, el alquiler de la casa se tiene que pagar y no tengo ingresos. Son un millón de preguntas que uno se hace sobre qué pasará mañana, porque en Plaza no se gana un sueldo elevado como para tener ahorros y decir me quedo tranquilo, aguanto uno o dos meses más entrenando, y si no sale nada, busco trabajo”.

El palmirense Guirín tiene la esperanza de continuar en el fútbol, “seguir trabajando en esto que es lo que uno ama y lo que a uno le gusta”.