Otra explicación de por qué el arco de Rochet es imbatible

El arquero de Nacional y de la selección uruguaya, el palmirense Sergio ´Chino´ Rochet no para de recibir halagos a nivel incluso internacional por sus récord de minutos sin recibir goles y destacadas actuaciones que lo ponen en la cima de su carrera profesional. Y una de las razones sería por las plegarias que su madre Graciela Álvarez hace antes de cada partido en la capilla de la virgen de Lourdes, en su barrio Artigas de la ciudad de Nueva Palmira.

 

EL ECO es testigo de este ritual. Ver llegar a Graciela en su moto a la capilla es anuncio de que hay partido y que Nacional saldrá a la cancha. Fue motivo por el cual nos acercamos hasta la capilla de Lourdes y dialogamos con ella sobre el presente de su hijo y su fe en la virgen del barrio.
“Me siento tremendamente orgullosa” por el momento en que vive el ´Chino´. “Me da como pudor de que todos me llamen, me paren en la calle, o me comentan de él”, dijo a EL ECO.
Al ser consultada si pensó que su hijo llegaría a la cima como lo está hoy, comentó que “no tan así, de que está en boca de todos, en todos lados están hablando de él. Yo sabía que iba a llegar, pero no a tanto. Quién iba a decir que este gurisito iba a llegar a tanto”, dijo con una sonrisa de felicidad.
El Chino “puede dar más, pero los sueños de él ya se cumplieron al estar en la selección, y más ahora al clasificar para un mundial”.
“Todo se le dio; soñaba con llegar a primera, y después lo otro era llegar a la selección que era lo máximo, y lo logró”, enfatizó.

 

Los sueños

“Nada viene de arriba”, dijo, que hoy esté atravesando por este inolvidable momento se debe en gran parte a la “perseverancia, lo tuvo desde chico. No fue fácil ir a Montevideo con 13 años a Danubio, que ni celulares había, y lo veíamos cada 3 meses. Esta es la recompensa”.
Recordó que “cuando se fue de Danubio al AZ Alkmaar de Holanda, me dio todo lo que tenía en Montevideo, sus cuadernolas y un sobre con fotocopias, donde además estaba la estampita de San Expedito que yo le había dado, y entre todo eso encontré un papelito, que decía: ´llegar a la primera y seguir en el grupo selectivo´. Era su deseo y lo había escrito en un papelito que aún lo conservo, y más aún cuando ese sueño hoy se hizo realidad”.

 

 

La visita a la capilla

Dijo, a su vez, que como creyente también considera que la Virgen de Lourdes a puesto mucho de ella para que todo saliera bien. “Siempre juegue acá o en otros país, cuando tiene partido, vengo a la capilla de Lourdes, porque soy devota, incluso mi segundo nombre es Lourdes, y aparte de eso es la capilla del barrio”.
“Vengo a la capilla antes de cada partido, y no pido que gane, sino que le pido a la virgen de Lourdes que ganen o pierda que le vaya bien, porque considero que pueden perder, pero él tener una actuación muy buena. Pido eso, que lo acompañe y agradezco. Últimamente vengo más para agradecer que a pedir”, dijo la mamá del Chino.
Lo hace “en el correr de ese día en que juegan; puede ser a la mañana cuando paso haciendo mandados, y a veces se me pasa el día y voy igual un rato antes del partido, a la noche así esté cerrada, pero le pido desde el cortón de la capilla. He llegado a venir de noche, incluso lloviendo; y es un alivio cuando vengo”.

 

Cuando no fue a la Capilla

Contó que “una vez cuando se lesionó la mano, ese día fui dejando para después, se me pasó, y no viene a la capilla, y me quedó con eso de que si hubiera venido capaz que no le sucedía nada”.
“Él siempre cuando entra a la cancha toca el piso y se persigna. Tiene mucha fe. Se lo hemos transmitido nosotros, somos muy creyentes. Incluso en algunos partidos importantes cuando vengo a la capilla le paso fotos de la virgen de ese momento”.
Por lo que este momento profesional que vive “tiene mucho que ver” con ser creyente. “Nuestra fe es una ayudita que tenemos; además de la cábalas, como rezar persignarnos y colgar la remera frente al televisor en cada partido”. Y comentó que también está por imprimir la estampita donde a su hijo se lo ve como un santo.
Eso no es todo, la locura por el actuar del Chino es tal que “hasta los de Peñarol ahora también lo siguen. Muchos me escriben o me llaman para comentarme: ‘mirá lo que me ha hecho tú hijo, ahora estoy mirando a Nacional, y lo hace gente que es fanática de Peñarol, y no solo de Nueva Palmira sino también de otros lugares”. La respuesta es “su humildad”, destacó su mamá.