Ante ola de robos, para el Jefe de Policía armarse no es la mejor solución

-El promedio de ingreso a viviendas, con la finalidad de robar, es de dos por noche en esta zona del departamento, ¿cuál es el trabajo que está desplegando la policía para prevenir estos delitos?
-Compamientos registrados en la zona y en el departamento al momento tenemos dos, uno en Ombúes de Lavalle y otro en Colonia Estrella (Melognio), son casos donde se ejerce la violencia a personas. Después en la División Territorial III de Carmelo (abarca Carmelo, Conchillas, Nueva Palmira, Miguelete y Ombúes de Lavalle), que está al mando del comisario Mauricio Duarte, tenemos hurtos en fincas con moradores adentro en varios lugares del departamento. Y  vamos a realizar un desplazamiento de personal en apoyo al patrullaje en distintos lugares de esa División.

-¿No tiene registro de dos copamientos en Nueva Palmira, uno a la vecina Gilda Viré y otro en un local de maquinitas en la misma manzana de la Comisaría 4ta?
-Después de esta entrevista voy a establecer contacto nuevamente para pedir datos de las personas y ver qué nos informa la seccional y la Divisional, porque evidentemente no tenemos los registros. No quiere decir esto que no existieran o por una razón u otra el ciudadano no lo denuncie o se cometa de parte nuestra, de la policía, una omisión que para el comando de esta Jefatura es grave.

-Localidades como la nuestra, también Agraciada dentro de la jurisdicción de Colonia, se ven sacudidas por hurtos. La gente está con miedo porque la policía no ha logrado detener ni a una persona, y los robos siguen sucediéndose.
-Es comprensible el miedo. Es un cambio sustancial que  de hecho comenzamos acá en Colonia en ‘Los Nogales’ (barrio de Colonia del Sacramento). Y ustedes habrán tenido entrevistas también con el titular de la fiscalía, el Dr. (Carlos) Chargoñia.

-Si, y también con damnificados.
-Entonce sería bueno saber también qué actuaciones está llevando a cabo la fiscalía, porque a partir del 1 de noviembre pasamos claramente de un mecanismo de trabajo que hacíamos con los jueces a estar directamente con el fiscal (…). Desde el 1 de noviembre, cuando entró en vigencia el nuevo Código de Proceso Penal (CPP), no hemos tenido en el departamento, formalmente, un juicio oral y público, eso da la pauta de cómo se está manejando el sistema, de cómo se llegan a los juicios abreviados cuando los delincuentes son detenidos y se aportan las pruebas, a qué acuerdo llegan los fiscales con los abogados defensores.

-¿Para usted falla el nuevo Código del Proceso Penal o hay menos policías trabajando en la calle?
-No estamos en la postura de criticar ni a los fiscales ni al Código. Nosotros tenemos claramente una falta de efectivos desplegados en las calles. Si usted en un departamento como Colonia, con una cantidad de ciudades importantes, toma la gran cantidad de población flotante, de turistas, más el movimiento comercial, porque por Colonia es por dónde más personas ingresan a Uruguay, y lo divide entre los policías en servicio, se va a dar cuenta que es una relación muy baja. Estamos lejos de hacer el trabajo como nos gustaría, porque para nosotros es fundamental la prevención. Y en esto interviene una cantidad de actores porque hay organismos como la intendencia u otros institutos, reparticiones del Estado, que también tienen responsabilidad en la construcción de seguridad, que es compleja.
Hablábamos en la evaluación que hicimos con los Directores, que el mes de noviembre fue un mes de cambio de sistema pero fue también de evaluación del comportamiento y cómo se iba a procesar este nuevo sistema (CPP). Claramente de noviembre en adelante el delincuente y sus abogados defensores han podido manejar a su favor este nuevo sistema que realmente es muy garantista paras ellos e imagínese qué piensa el ciudadano.

-La población civil se sigue armando más ante tantos hurtos, ¿qué lectura hace de eso?
-Es un riesgo grave, lo analizamos, como pasó los otros días en Salto*, no es una solución para nadie. Vamos a estar con los recursos que tenemos, complementándonos en la movilidad.

-Usted viene de la Guardia Republicana, ¿cree que sería importante que personal de la Republicana se desplegara en el departamento de Colonia?
-Ah, yo lo recibiría sin ningún tipo de problema y con mucho gusto. Me parecería que daría un apoyo importante si no tenemos los efectivos necesarios. Creo que el eje de todo pasa por la prevención y por la conducta del ciudadano comprometiéndose en su metro cuadrado en cambiar de actitud y tener una buena comunicación con nosotros o con los organismos que correspondan.
En el Barrio Los Nogales nos planteaban las demoras que tienen con otros organismos para solucionar temas como alumbrado público, limpieza de predios. Y hay que tener cuidado con los grupos de WhatsApp, porque podemos estar teniendo delincuentes integrando esos grupos de WhatsApp y obviamente se están enterando de todo.

-¿No generaría más violencia que esté la Republicana o, como algunos están pidiendo ahora, el ejército en la calle?
-Hoy estoy en la Jefatura de Colonia, pero la mayor parte de mi carrera la hice en la Guardia Republicana. La Republicana esa una fuerza militar de choque que entra en acción una vez que la fuerzas regulares de la policía son sobrepasadas en un contexto de violencia. Si analizamos lo que pasó en Salto claramente hay un nivel de violencia que se desata contra aquella unidad que entra a los lugares conflictivos. Ayer analizábamos lo que estaba pasando en Brasil (con militares en la calle), se ha elevado enormemente la tasa de violencia, lo que a veces parece una solución rápida, no es tan fácil como aparenta.

-¿Cuál es la diferencia entre la Republicana y el ejército en la calle?
-Son fuerzas diferentes, con normativas diferentes de actuación, y con una preparación diferente. No estamos en un país en guerra. Cuando escucho que los militares de nuestro país son muy bien vistos en misiones de paz en otros países, la gente tendría que estudiar qué países son y en qué condiciones están, qué legislación tienen y conocer por dentro esa gran tarea que desarrollan los militares, porque van a un contexto y tareas muy diferentes a las nuestras. Creo que el ejército está siendo desplegado en la frontera y si se decide por parte del soberano que el militar esté atendiendo las tareas de seguridad interna, se deberá legislar para eso.

*Un hombre de 32 años de edad murió en la madrugada del pasado martes 5 y se investiga si fue como consecuencia de un enfrentamiento armado con la Guardia Republicana en el Barrio La Esperanza de Salto, o en qué circunstancia el hombre recibió el disparo en la nunca con salida por la boca cuando actuó la Republicana. Y en este hecho un efectivo de la Republicana recibió una bala en la ingle. Ambos proyectiles fueron derivados a Montevideo para establecer a qué armas pertenecen.

N. de R. Lo escrito entre paréntesis corresponde a EL ECO.