Le entraron a su casa tres veces seguidas, le robaron cosas y defecaron en su patio, y la policía nada

Cuando era niña, las bombas de los nazis caían cerca y junto con su familia, tenían que huir a la iglesia del pueblo y rezar porque allí conservaran la vida. 

Descansar era imposible.

Hoy muchos años después, descansar también es imposible en su casa de Carmelo, porque la delincuencia le violentó por tres veces su propiedad.

Así le contó a EL ECO Mariucha Piceda, “la primera era de tardecita y lo vi por la persiana y le pegué el grito y salió disparando saltando como un pájaro el portón de 2 metros”.

La ex directora de Cultura de la Intendencia de Colonia es una mujer de expresión clara pero suave cuando se dirige a la prensa por los temas de la cultura carmelitana. Esta tarde, su voz era de indignación y cansancio.

Contó que el delincuente se mueve en el patio de su casa con comodidad, “al otro día me robó la garrafa….el tercero se llevó todos los jabones que tenía sobre el lavarropas y marcó su territorio con una copiosa evacuación de cuerpo y tomo como papel higiénico las manoplas y agarraderas que tenía colgadas en la churrasquera….” cuenta.

Su casa es  muy segura pero alguien encontró acceso fácil al patio. El nuevo paisaje que la obligaron a poner, tiene inevitables referencias a su infancia y sobre las cosas que conoció sobre aquellos años “no tuve más remedio que poner un alambrado tipo nazi y mi casa parece un campo de concentracion nazi…. faltan sólo los perro dobermann….no es justo Gabriel que los chorros están en libertad y nosotros en la cárcel….”, le comentó esta tarde al periodista de EL ECO.

La policía trabaja en este tema, pero por ahora sin resultado efectivo.