Una motociclista se accidentó en Nueva Palmira a causa de un perro

Luego de una larga jornada en el puerto trabajando para una empresa de control de granos, cuando salió de la zona portuaria la atacaron dos perros, y logró evadirlos. Pero cuando iba por la calle Bravo (en dirección al norte) pasando Gral. Artigas, otro perro le salió al cruce y la hizo caer de la moto.
Capózzolo mientras se quejaba por un fuerte dolor en la pierna derecha, y permanecía en el suelo al lado de la moto, le explicó al personal médico de Semco y de  la policía, que había estado muchas horas “trabajando. Cuando salí del puerto me atacaron dos perros y ahora otro aquí” (en Bravo pasado Gral Artigas).
Causa pena que una trabajadora padezca un siniestro de esta naturaleza,a raíz de  un perro que, como tantos otros, es dejados suelto en las noches y corre a  motociclistas. En otras ocasiones son perros abandonados en la vía pública y pasan deambulando día y noche en busca de comida.
Capózzolo   estuvo horas trabajando y cuando le llegaba el momento de descansa todo cambió, sufrió golpes de consideración los que serían evaluados por el Centro de Salud al que  iba a ser trasladada por la emergencia. Posiblemente perderá jornadas de trabajo y deberá también reparar la moto que se encontraba dañada.
Cuando pasan hechos así, nadie es dueño del o de los perros, nadie se hace cargo de las pérdidas de la víctima.