Diputado Núñez erró el camino. Tabaré Vázquez demostró cómo hacerlo

Escribe: Walter Caimí – PACTUM. El 1 de marzo de 2020 reunió gestos significativos en el traspaso de mando y sus protagonistas fueron Luis Lacalle Pou y Tabaré Vázquez. El Uruguay entero saludó a la DEMOCRACIA con mayúscula pues desde el año 1985, los sucesivos gobiernos realizaron traspaso de mando en paz. Cada uno con sus características.
Dicho esto, hubo un hecho significativo del diputado Gerardo Núñez del Frente Amplio y del sector Partido Comunista, que empañó lo vivido.
En el recinto de la Asamblea General, el mencionado legislador, lució una camiseta con la bandera de Cuba y sobre ella una camisa de color oscuro y con la acreditación correspondiente a esa jornada, colgada en el cuello que lo autorizaba a estar allí.
En claro desafío y provocación, Núñez, con las manos hacia atrás de su cuerpo, lució lo relatado con anterioridad. Tras este suceso que no comparto cómo lo instrumentó este legislador, me asaltan una serie de preguntas que procuraré desmenuzar con raciocinio. Todos sabíamos que el presidente Lacalle Pou no cursó invitación a Cuba, Venezuela, y Nicaragua, para la asunción del mando. No hubo sorpresa, otra cosa es sí se está de acuerdo o no.

Veamos, la solidaridad con Cuba por parte de la izquierda uruguaya está demostrada por distintas vías. Al retorno de la democracia en el año 1985 al asumir Julio María Sanguinetti estuvo Fidel Castro en el país. El gobierno de Jorge Batlle rompió relaciones con Cuba.

¿Acaso el representante nacional Núñez no posee otros instrumentos políticos para defender a Cuba a su real saber y entender? No tuvo en cuenta Núñez el pasado reciente de un Plan Cóndor, de una dictadura cívico-militar, que el país aún no ha zanjado, que su fuerza política puso palos en la piedra para no investigar. Cuando digo ´su fuerza política´ refiero al partido Frente Amplio.

Está latente aún la pésima gestión de Eleuterio Fernández Huidobro al frente del Ministerio de Defensa nacional con la venia de José Mujica siendo presidente referido a los Derechos Humanos. Núñez no consideró estos sucesos políticos que involucran a su fuerza política.

¿Acaso Cuba necesita de este tipo de manifestaciones para defender su revolución? Siendo legislador, Núñez tiene al alcance de la mano un sin número de artilugios para exponer y dejar al desnudo al novel gobierno si así se lo hubiese propuesto; pero no, le ganó la ansiedad y el protagonismo.

Tan reprochable es su conducta, que generó ‘odio’ en las redes, rechazo e insultos de todo tipo. No midió las consecuencias políticas y tan es así que es amenazado de muerte, según sostiene un comunicado de prensa librado por el Partido Comunista.

La denuncia fue informada al ministro del interior Dr. Jorge Larrañaga, según indica el comunicado emitido a la opinión pública. Dicho esto, este periodista, rechaza con energía tal cobardía, tal amenaza. Empero, una cosa no quita la otra.

Este gobierno, guste o no, obtuvo legítimamente el mandato popular para gobernar, ese derecho se debe respetar, y respetar por todos, incluidos los legisladores.

Señor Representante Nacional usted equivocó el camino para reivindicar el derecho de otro país. Esa no es la forma.
Su gesto, lo que provocó fue enardecer aún más, a aquellos que nada quieren saber con la izquierda.

En política, las desavenencias, los escollos, no son por calentura de piel, por calentura mental, sino que deben ser consecuencia de un claro hilo conductor de cómo generar espacios para convencer al otro y no provocando.

Pudo hacer uso de la palabra cuando sesione la Cámara de Representantes, todas las veces que se le antoje.
Buscó el enfrentamiento. Buscó agredir al adversario con su vestimenta. En definitiva, intentó empañar un suceso político trascendental para la historia del Uruguay. Tabaré Vázquez le señaló con su actitud de presidente saliente cómo se deben hacer las cosas.

Reitero, rechazo total y absoluto a la amenaza recibida al legislador Nuñez; él se buscó en definitiva con su conducta tal consecuencia.