Siguen repartiendo Al BROU

Se atornillaron en el banco empresas privadas en la gestión de créditos, en los servicios de traslado de caudales, servicio de vigilancia y de limpieza, servicios on line, tarjetas de créditos, recuperación de deudas, atención de moras tempranas, cajeros automáticos, operaciones de cajeros humanos (se transfirieron a Red Pagos y Abitab), de call center (atención telefónica de clientes), pero hay muchas más privatizaciones dentro del ‘banco de todos los uruguayos’.

Borraron con el codo
Las máximas autoridades del gobierno del Frente Amplio, con un cerebro que mueve los hilos de la economía como es Danilo Astori, rompieron lo que el pueblo uruguayo votó en el plebiscito de 1992, cuando el 65% dijo no a las privatizaciones que impulsó el gobierno de Luis Alberto Lacalle.
Ese no a las privatizaciones de los organismos del Estado fue un ejemplo que sacudió a toda América Latina que venía llevando un pase total de lo público a lo privado. El orgullo uruguayo se ha ido deshilachando, y en vez de privatizaciones el gobierno frentista le puso el nombre de “tercerizaciones”, así va repartiendo la torta pública entre los privados, empresas multinacionales y nacionales, con fuertes ganancias. El ejemplo más claro está en el BROU, bajó sus ganancias en comparación con los bancos privados. “Al pasar la mitad del año, el BROU contabilizaba ganancias por 49,5 millones de dólares y los bancos privados trepaban a 55 millones de dólares”, publicó el semanario Brecha (ver edición del 18/8/2017).

El reparto
Todo el proceso privatizador, por áreas, que están sufriendo los organismos públicos, además del BROU: Ancap, Ute, Ose, Antel, Banco Seguros del Estado, Correo, Aduanas, Casinos, Administración Nacional de Puertos, Ministerio de Transporte y Obras Públicas, entre otros, hace que empresas privadas se lleven a paladas la plata de todos los uruguayos.

Cierres parciales
Las instancias de negociación que ha venido llevando a cabo la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (Aebu) con las autoridades del Banco República encabezadas por Jorge Polgar, no han dado muchos frutos, salvo que ingresarán 120 trabajadores este año, y 150 más en el 2018, lo que es lisa y llanamente una dádiva.
Pero se consolidaron los cierres parciales de 21 agencias del país, proceso que comenzó en el 2013, abren en vez de cinco tres días: Tomás Gomensoro y Baltasar Brum (Artigas), Villa Velázquez y La Paloma (Rocha), Nuevo Berlin y San Javier (Río Negro), Tambores y Quebracho (Paysandú), Villa del Carmen (Durazno), Cerro Chato y Vergara (Treinta y Tres), Fraile Muerto (Cerro Largo), José Batlle y Ordoñez (Lavalleja), Minas de Corrales y Tranqueras (Rivera), Santa Clara de Olimar (Treinta y Tres), San Gregorio (Tacuarembó), Casupá (Florida), Migues (Canelones) y Palmitas (Soriano), y Conchillas (Colonia). Por ahora, no baja ninguna a dos días de atención en vez de tres, lo pretendía concretar el directorio.
Si bien fueron bajadas a la categoría de sub agencias: Colonia Miguelete (Colonia), Solís de Mataojo y José Pedro Varela (Lavalleja), Rafael Perazza (San José) y Aiguá (Maldonado), lo que logró Aebu es que en forma de prueba el directorio del banco no actúe abruptamente. Atenderán de corrido los primeros días hábiles de cada mes y los siguientes en el régimen de tres días.
Queda trabajando los cinco días de la semana la agencia de Rodó, la lucha de vecinos y autoridades locales y departamentales, impidieron su baja de actividad a tres días.
No está claro qué va a pasar con la fusión de seis sucursales de Montevideo, podrían quedar algunas con cajeros autómatas y otras con algunos servicios acotados.

Se agigantan
Mientras se cierran parcialmente agencias y sucursales, mientras se centralizan servicios en las capitales departamentales en desmedro de las sucursales, salen como hongos agencias del Red Pagos y Abitab, al lado de cada agencia estatal que se achica. Un negocio de ganancias millonarias para estos privados, figurando estos empresarios entre los más ricos del Uruguay.
Basta con ver las cifras: Abitab posee en el entorno de 500 agencias, y Red Pagos 381, al menos hasta el 2016. Ambas financieras no paran de crecer en operaciones y sedes, y a eso se lo ofrece en bandeja el gobierno de la llamada izquierda. Porque la bandera de la estatización que levantó siendo oposición de los blancos y colorados, la pisoteó cuando asumió el gobierno.

Créditos privatizados
En las negociaciones, Aebu no logró cambios para el estudio de los créditos que solicitan los clientes. Si estos no superan los 150 mil dólares son estudiados por funcionarios del banco, si son entre 151 mil dólares a 600 mil dólares su análisis es efectuado por el estudio privado CPA Ferrere (es el que estuvo vinculado en la negociación oscura de Pluna); tiene en su poder más del 50% de los créditos que los clientes solicitan en las ventanillas del histórico banco estatal, ese que llamaban el “banco país”. El argumento del directorio del BROU es “agilizar los créditos”, pero funcionarios del propio banco dicen que el estudio privado demora más esa gestión que ellos. Y está privatizada también la cobranza de créditos morosos.
Hay más perjuicios, al manejar un privado la cartera de clientes mañana puede usarla en provecho propio. En nombre de la “confidencialidad” se mantienen secretos bancarios, datos guardados bajo llave, y en forma interna se los entregan a privados. Cada uno que va a hacer una operación al BROU no logra saber quién o quienes se ocupan de su caso, lo más probable que sea un privado que no se ve detrás del mostrador.
También está privatizado todo el servicio informático nada más ni nada menos que los datos confidenciales del BROU que tiene en sus computadoras. Son diez empresas trasnacionales las que mueven los hilos de esta tecnología, caso IBM, Microsoft y Sonda, por citar algunos.

Qué es y qué hace Microfinanzas
En este collar de privatizaciones está lo que se llama ‘Microfinanzas’, que Brecha lo desmenuza claramente: “República Microfinanzas es una sociedad anónima creada por el propio banco para desarrollar actividades en régimen de actividad privada. Microfinanzas monopoliza las actividades de Banca Persona y Canales Digitales (call center, back office, asistencia en cajeros automáticos, e-brou y tarjetas de crédito). Es el sector más opaco de la tercerización, en relación con empresas contratadas cuyos términos no son de acceso público. Por ejemplo, se desconocen los acuerdos con Abitab y Red pagos por funciones de corresponsales, y sólo se sabe, de fuentes internas del banco, que las dos empresas cobran en conjunto un millón cien mil dólares mensuales por comisiones. En algunos casos la fundamentación de la tercerización radica en el aumento del volumen del trabajo, y en otros en la “reducción presupuestal en el rubro de horas extras”.

Los sobres, un chiste
Está privatizado también el servicio de entrega de sobres, esos que los usuarios utilizan para hacer depósitos en los cajeros. Antes se enviaban los sobres a través del propio BROU ahora la labor la realiza un camioncito contratado por Microfinanzas, su labor es reponer sobres nuevos para los depósitos en los cajeros automáticos de las dependencias. No se entiende bien por qué las dependencias no hacen acopio de sobres. Lo cierto es que el camioncito recorre las sucursales en una o dos visitas semanales, en algunos puntos del país, y en otras con menos frecuencia, y “cobra por cada dependencia a la que le lleva sobres entre 8.500 pesos a 13.800 pesos”, por viaje. Y lo más disparatado en este caso es que a los sobres el camioncito los levanta de la sucursal del edificio 19 de Junio (Montevideo) e igualmente le cobra 8.566 por pasar de un depósito los sobres al mostrador de esa dependencia (datos Brecha).

Las licitaciones
Cuando el banco terceriza llama a licitación y eso implica que quien oferta cobrarle menos gana pero quiénes pagan los platos rotos de esas licitaciones que salen barato son los empleados de esas empresas tercerizadas. Hay trabajadores del área de limpieza que llegan a ganar 80 pesos la hora, cobran la mensualidad con atrasos de hasta 15 días, a veces no tienen ni paños de piso para lavar, y siguen silenciosamente trabajando porque de lo contrario los echan y ponen a otros. Los patrones de las tercerizadas cobran en fecha y se echan suculentas sumas de dinero al bolsillo negreando a la gente en las oficinas públicas.
Nancy Banchero