Comenzó “La Esperanza” en la atención de chicos con problemas de adicciones

Ya está en marcha el Centro Esperanza en la capital departamental, en la atención de chicos con problemas de adicciones; el hogar funciona en forma diurna con la atención de distintos técnicos y próximamente comenzarán becas de estudios y posibilidades laborales.

Ricardo Planchón, gestor e impulsor de este centro, indicó a EL ECO que “aunque sólo vamos doce días el balance es sumamente positivo y el próximo 19 de agosto brindaremos una conferencia de prensa para que el vecino conozca, sepa, esté al tanto, de lo que hacemos con este centro”, indicó Planchón.

Planchón confirmó que ya han empezado las primeras consultas y entrevistas con técnicos y profesionales del Centro Esperanza, “también con los psicólogos, la asistente social y desde agosto comenzaban las actividades que para mí son centrales; actividades y talleres que pueden realizar todas las personas que asisten al centro para la promoción humana de los usuarios”.

Planchón remarcó que estará a disposición la Escuela de Artes y Oficios y la quinta para que puedan participar aquellos que vienen al Centro Esperanza; además estarán las becas de estudios, de informática, de inglés, y en los meses de setiembre y octubre ya van a comenzar en los planes de “Mi primera experiencia de Trabajo”, indicó.

En estos primeros días comenzaron los primeros internos –que vale recordar que tienen los pasajes gratis desde cualquier parte del departamento- y si bien el horario es de 9 a 16 horas, “después tienen diferentes tipos de talleres y actividades y terminan más tarde”.

Sobre el final de la nota con EL ECO, Planchón remarcó que es muy bueno “pero muy bueno el equipo de profesionales”, repitió. “Porque las instalaciones físicas son muy buenas, y entonces todo ello arma un conjunto de primera calidad que se le brinda al usuario en forma gratuita, sin costo”. Porque además Planchón recordó que quienes estén asistiendo al Centro Esperanza son personas “muy humildes que de ninguna manera podrían pagar en una clínica privada, porque son costos que rondan los 100 mil pesos…” Y es una atención que va más allá de los usuarios directos, “porque también recibimos a sus familias, el tratamiento es con los grupos de los familiares, atendemos a aquellos que tienen lazos afectivos de los usuarios de uso problemático de drogas que asisten al centro”.