Conejos carmelitanos suman otro año de éxito en El Prado

La cabaña del carmelitano Hugo Piva resultó otra vez multipremiada en la rural de El Prado y sus ejemplares de conejos se  destacaron en el concurso. Animales de las cuatro razas que cría, Californiana, Chinchilla, Neozelandés y Holandés de Fantasía, todas recibieron premios. 

Esta última raza, la holandes de fantasía es responsabilidad de su esposa, Sandra Donatti, quién también se trajo premios por sus ejemplares.

Así lo contó a EL ECO el propio Hugo Piva, “nos fue bastante bien” dice con su característica modestia “sacamos gran campeona Neozelandés y la Campeona y mejor Hembra, y Mejor Hembra de exposición en las Promesas, también una neozelandesa”, contó.

En los conejos más grandes, explicó “sacamos la Gran Campeona de Chinchilla Americana y luego sacamos cuatro reservados Gran Campeón, o sea que estuvimos detrás de los grandes campeones en cuatro ejemplares de raza neozelandesa reservada GRan Campeona, Chinchilla americana reservada gran campeona, el macho Chinchilla americana Reservado Gran Campeón, y el Californiano Reservado Gran Campeón también”, dijo.

En la cabaña de Piva se crían cuatro razas de conejos, Neozelandes, Chinchilla, Californiano y Tailandés de Fantasía “mi señora presentó en esta última categoría dos ejemplares que salieron campeones también, una hembra y un machito holandes fantasia”.

Piva cria razas que son todas para consumo humano “todas razas para comer, menos la Holandes Fantasia que es mascota y compañia” señaló “esta vez tuvimos mayor cantidad de premios aunque no ganamos los más grandes, entre los grandes campeones se eligen la mejor hembra y el mejor macho, esta vez no anduvimos, peleamos pero no llegamos”.

Piva hace cinco años que viene trabajando con conejos,hace cuatro años que va al Prado y siempre se vinieron con premios “la primera vez sacamos un cuarto premio en raza Californiana, y de ahí para adelante seguimos siempre con premios” remarcó.

Para adelante “la vida del conejo es corta, ya estoy apartando bichos y preparando para el año que viene para el otoño. Los conejos viven tres o cuatro años, pero por lo general con un año y una año y pico los llevó a exposición, voy tratando de renovar y los que ganaron ya no los repito”, contó.