SOCIEDAD
Eduardo Arbeleche: La nueva realidad del mercado automotor
El mercado automotriz, como todo en el mundo, cayó abruptamente. Se compra muy poco y se vende menos, pero en ese ambiente de recesión, hay algunas lucecitas que se prenden señalando el futuro. Sobre ese futuro del mercado del automóvil y del resurgimiento de la economía, EL ECO habló con Eduardo Arbeleche (Carmelo, departamento de Colonia), titular de la firma que lleva el apellido familiar.
Eduardo Arbeleche se define como una persona positiva, no optimista sino positivo, “el optimista espera que todo mejore, el hombre positivo se pone a hacer para que todo mejore” y está en la edad en la cual sus hijos -es la cuarta generación en el rubro automotriz- se comienzan a encargar del negocio. “Es una satisfacción dejarlos a ellos, vienen con toda la fuerza y están en los veinte, esa edad donde nada es imposible. Hay que apoyarlos y dar un paso al costado. Jugar de líbero”, compara.
El mercado automotriz
Al respecto, nos dijo que “el mercado automotriz cayó abruptamente, tengo un informe de Asoaciación de Concesionarios y Marcas de Automotores (Ascoma), donde dice que en diciembre de 2017 se vendieron 54.000 autos cero km. y en marzo de 2020 vendimos 38 mil autos. Es una caída del cuarenta por ciento. La mayoría de las marcas líderes, nueve de diez cayeron todas. Renault cayó un 37 %, Chevrolet cayó un 21 y Fiat un 26% todas cayeron, pero se da una cuestión inversa porque la que vende el auto más barato, esa marca tuvo un movimiento pequeño, quiere decir que a pesar de la caída total hubo un pequeño movimiento para el auto más barato”.
Por otro lado, “las perspectivas no son buenas como no lo son en otros rubros. Pero en los autos se da una cuestión que es distinta a otros rubros y es que en el negocio del cero kilómetro está incluido la compra de un auto usado. Es un negocio que se compone de dos partes: vas a un restaurante y compras la chuleta pero después no te compran el hueso”, ejemplifica; “nosotros tenemos dos etapas en la venta de un auto, esto es la venta de un cero kilómetro y la compra de un auto usado que lo hacemos al contado porque se lo tenemos que remitir a la terminal y después la venta del usado.
En la cuestión del usado ha bajado, pero también ha habido mucho movimiento porque mucha gente se desprende, otra aprovecha el momento y nosotros somos como un peaje en ese tráfico. En ese movimiento estamos en el medio, y si bien la venta de 0km ha bajado estrepitosamente la venta del usado no ha sido tan así.
Porque hay gente que se desprendió con un precio más barato de lo que valía en el mercado y el otro también aprovecha a comprarlo más barato”, dijo.
No detenernos
“También es cierto que vamos a una bajada”, reconoció Arbeleche, “pero lo peor que podemos hacer es quedarnos quietos porque estamos en un trampolín y ese trampolín al final tiene una subidita y si llegamos muy despacio a esa subidita nos quedamos en el suelo. Si parás es peor.
Por eso, en la medida que podamos cubrir el presupuesto y esto nos agarre operativo al final del proceso estamos en carrera. Si nos detenemos no llegamos a ese momento”.
Negocio riesgoso
Arbeleche contó cómo el negocio de los autos siempre fue un negocio muy riesgoso, “pero es un riesgo que lo tenemos asumido porque si hacés un negocio y pierdes, te afecta mucho, pero en cien negocios uno o dos que no nos vaya bien, están cubierto. Por eso el riesgo se nos diluye y por eso la gente recurre a la automotora y si bien siempre va a tener una depreciación, minimizamos el riesgo de perder”, dijo.
“Hoy llevar el usado a una automotora es cortar la bajada del precio del vehículo, porque a más kilómetros y más recorrido la depreciación es mayor”.
En cuanto al mercado, “las importadoras van a sufrir más que nosotros porque ellos trabajan con requerimientos de las fábricas que están en el exterior y entonces un importador está obligado a comprar determinada cantidad de autos por año y por eso la previsión que hizo para 2020 se le cayó. A ellos los altera porque los agarra con un stock y lo que pensaban vender en 2020 lo van a vender en 2022 y van a tener autos desactualizados para vender.
Las partes del auto
Con la globalización los autos tienen partes de todo el mundo y eso incluye la cuestión laboral que es compleja porque se pueden parar los robots de la planta pero a la gente no puedes pararla y ellos son los tomadores grandes de mano de obra.
El mercado uruguayo de automóviles es muy pequeño no mueve la balanza de una fábrica brasileña o argentina.
Precios
Respecto a los precios “los autos ya mueven para abajo, muchos vehículos modificaron sus precios porque el costo de seguir funcionando implica la no interrupción del gasto y la no venta significa el no ingreso de los lucros que te permiten solventar ese gasto. Entonces se trata de sacar el margen y tratar de convertir el stock que tienes para salir”, indicó Arbeleche.
– ¿A corto plazo pierden todos, y en el largo plazo qué va a pasar?
– Yo creo que va a resurgir, la gente está cambiando e increíblemente la percepción que tengo es que no gasta porque se está cuidado en tener reservas y había perdido la costumbre y ahora se da cuenta ante esto que el ahorro es muy importante para cubrir durante unos meses el déficit de una crisis. Creo que esta crisis generó esto.
Otras perspectivas
Eduardo Arbeleche también considera que con la pandemia del covid 19 “la gente razonó que la vida es hoy, no me privo más de nada porque un día no podés y en un día sos viejo. Eso también afecta al mercado”.
Y recordó que “si bien es cierto que el si el auto suyo bajó, también bajaron los autos que va a comprar. A diferencia de 2002 creo que la situación es distinta porque en otras crisis el único que caía en crisis era Uruguay y eso nos hacía perder posición internacional, pero ahora frenamos todos. Nadie perdió el lugar que tenía en la carrera, esa es la sensación que me da, todos vamos a bajar”.
“De aquí a fin de año vamos a presenciar una caída un poco mayor porque se viene el invierno. Creo que hasta fin de año vamos a notar una baja en el negocio, por lo menos en el del cero kilómetro. Capaz que en el del usado es mucho más leve. Y después de fin de año siempre el año nuevo es un despertar”.
Extensión del cuerpo
El auto dejó de ser el lujo del fin de semana, recordó, “sino que es una extensión del cuerpo, es una prótesis, es como los lentes, que te permiten leer mejor, el auto hoy mejora tu productividad, es una extensión del cuerpo. Yo tengo el auto parado frente de mi casa, y pienso que no lo uso tanto porque hago 2000 km al mes, ahora, si me lo sacás de acá enfrente, me pongo nervioso porque el auto está haciendo guardia en la vereda. Está disponible”.