El día que volvimos a tener vergüenza

Cuando creímos que todo estaba un poco mejor volvimos a tener “vergüenza”. Es que hasta no hace mucho pensamos no volver a tener que acudir a solicitar un plato de comida y con la vergüenza que eso implica ¡Cuán lejos estaban esos tiempos!
Cuando una pandemia y no pandemia vuelve a instalar un sistema totalmente clasista y de privilegios para unos pocos, hace que la mayoría quede relegada a sus miserias del pasado.
La dignidad y autoestima, un gran valor que habíamos logrado nuevamente en estos últimos años, ahora se escurren como agua entre los dedos.
No se es pobre por elección ni opción. La pobreza está dada por circunstancias y situaciones tan complejas como lo es la misma humanidad.
Habíamos  recuperado valores perdidos y comenzado a sentirnos más iguales y humanos. Es pronto aún para que la sociedad toda haga una lectura y balance de lo que ya se inició y sabremos luego cómo terminará. Esto surgirá  sólo cuando el tiempo transcurra. Sólo allí se verá cuál tiempo pasado fue mejor. Lo bueno se recuerda con nostalgia y lo malo nos marca a fuego.
Para mí hemos pasado un tiempo hermoso de recobrar valores que es lo más importante. Cuando se pisotean tus  valores y avasallan  tus derechos, volvemos a ser no sólo pobres sino indigentes del alma.
A la dignidad no la hace un plato de comida pero la quita si te falta, y tenés que salir a pedirlo. Al tiempo pasado inmediato sólo lo juzgará la historia. Tiempo al tiempo.
Opinión: Susana Avoletta (Nueva Palmira, dpto. Colonia)