SOCIEDAD
EL ECO le cuenta cómo destruyeron dos barrios en Nueva Palmira
El Ministerio de Vivienda (Mvotma) asumió el compromiso de pagar la mitad del saneamiento de los Barrios Asencio e Higueritas de Nueva Palmira. El resto de las obras pendientes se deben reclamar a la Intendencia de Colonia, dijo Cecilia Cairo, Coordinadora del Programa de Mejoramiento de Barrios (PMB) (ex Proyecto Integración Asentamientos Irregulares) (PIAI). Mientras tanto más de 200 familias conviven con la materia fecal en patios, cuentas y calles. Ver al final galería de fotos.
Siguen en el tapete las polémicas y conflictivas obras del Piai y el único avance es que en “agosto” el Mvotma hará el llamado a licitación para el saneamiento, según dijo Cairo a EL ECO. Estamos casi a mitad de mes y del llamado no hay noticias.
El programa acordado en el 2005 abarcó la construcción de 29 viviendas para realojar familias, la realización de desagües pluviales, asfaltado de calles, alumbrado público, plazoleta y anfiteatro. Fue una inversión de 5 millones de dólares del gobierno nacional y la Intendencia de Colonia, estando al frente Walter Zimmer, debió hacer cumplir todos los trabajos previstos que estuvieron a cargo de la empresa Cujó, que fue la que ganó la licitación. Pero quedaron algunas obras sin terminar, otras mal hechas, y se vieron perjudicados muchos vecinos comprendidos en ambos barrios que no fueron realojados.
Saneamiento
Asumió el gobierno de Carlos Moreira y ante la falta de recursos para terminar el saneamiento -pendiente desde el 2011- solicitó la colaboración del Mvotma con el 50% del costo de la obra, que incluye la planta de tratamiento de las aguas servidas.
Desde hace unos 7 años la materia fecal se filtra en los patios de las viviendas, en los centros de manzana, en las cunetas y calles. Y cuando hay mal tiempo se mezclan los líquidos fecales con el agua de lluvia, incluso dentro de las viviendas del Higueritas y Asencio que actualmente posee más de 200 familias (más las 29 del Piai).
La Dirección Nacional de Vivienda (Dinavi), dependiente del Ministerio de Vivienda, y la Intendencia de Colonia, el compromiso que asumieron es que el total de la obra, que ronda los 9 millones de pesos, deberá asumirse entre el Ministerio y la Intendencia en partes iguales. “Y en este caso en particular, si bien la licitación debería hacerla la Intendencia, vamos a licitar nosotros, el Ministerio, porque queremos estar seguros de que esta obra se termine”, señaló Cairo, teniendo en cuenta que la Intendencia no ejecutó la obra pese a que tenía recursos para ello. Pero el dinero -según Moreira- desapareció durante la administración de Zimmer.
El Ministerio “contrató un ingeniero para revisar en qué estado estaba la planta de tratamiento, las cámaras, la red de saneamiento. Se trabajó con OSE, con la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), y ahora estamos en la parte del pliego de licitación, que se está terminando, para en agosto -o sea en este mes- hacer el llamado a licitación de la obra”.
Aclaró que la obra consiste en “dejar funcionando el saneamiento, la planta de tratamiento y toda la red de saneamiento. A eso nos comprometimos, por ser la parte que nos preocupa”, indicó la jerarca.
En el acuerdo entre el Ministerio e Intendencia “no están comprendidos” los demás problemas y “que reclaman los vecinos”, caso desagües pluviales y reparación de fisuras en las paredes de las viviendas “Esos trabajos los debe hacer la intendencia que fue quien licitó y ejecutó las obras. Incluso hay una garantía de obra que la intendencia tiene que hacer cumplir”, enfatizó Cairo, quien subrayó que en el Piai “el gobierno nacional invirtió un montón de plata, y en realidad las obras más importantes no se pudieron terminar por un problema que hubo entre la empresa y la intendencia o qué se yo, pero los que quedaron de rehenes fueron los vecinos y por eso nuestra intervención ahora. Y si bien estamos dispuestos a poner la mitad del costo del saneamiento, en realidad no deberíamos, porque el acuerdo firmado en su momento decía que la intendencia se hacía cargo de todo, pero viendo que eso no sucedía y que pasaba el tiempo, es que haremos el aporte”, indicó.
La intención es que tras el proceso licitatorio, “las obras comiencen antes de fin de año, pero para el verano no estaría todo funcionando como corresponde”, estimó.
Volvió la ocupación de terrenos
No se delimitaron los terrenos de las casas del Piai ni las restantes de los vecinos ubicados en terrenos municipales existentes en ambos barrios, por lo tanto con el paso del tiempo volvió a llenarse de viviendas precarias. Incluso ahora están ocupando nuevamente la zona del Bañado Higueritas que linda con la calle Lázaro Gadea. Si no se deja que la gente se asiente, queda en la calle. Hoy el Asencio e Higueritas parecen haber retrocedido dos décadas.
Estos días de intenso frío, estar dentro de esas viviendas del nuevo asentamiento irregular que se ha creado es casi lo mismo que estar a la intemperie. Lo decimos con propiedad, porque hemos estado recorriendo los barrios, visitando vecinos, en su mayoría familias que han venido de otras ciudades en la búsqueda de fuentes de trabajo, de changas, pero este año las changas escasean ante la falta de producción agrícola, y las situaciones se han complicado aún más.
Le robaron a los más humildes
Durante el proceso de la ejecución del Piai, el Mides compró materiales para la construcción de unos cien baños con recursos para obras sociales dispuestos por países miembros del Mercosur, porque en el proceso de obras y realojos se constató que un centenar de familias no tenían baños si no letrinas fuera de las viviendas, se acordó la construcción de baños en las propias viviendas, pero cuando llegó el momento de llevar a cabo ese paso habían desaparecido prácticamente todos los materiales sanitarios (caños, lavatorios, inodoros, canillas, dicheros…). Nunca el Mides logró saber qué pasó ni recuperar todo lo que faltó. El tema quedó como una anécdota más dentro de las tantas irregularidades registradas, pese a que había un equipo técnico, pago, que debía controlar, supervisar y atender el programa socialmente.
Plata tirada
Dentro del programa acordado en el 2005, y terminada parte de las obras en el 2014, se incluyó un anfiteatro y asfaltado total de las calles Montevideo y Lázaro Gadea y sus respectivas transversales. Recién en julio de este año se terminaron los trabajos en las calles transversales -aunque se agregaron más cuadras asfaltadas- pero persisten dificultades en los desagües por falta de limpieza, en parte eso es por irresponsabilidad de vecinos que los tapan al arrojar basura en los mismos.
El anfiteatro es otro gran tema, es utilizado por patos, gansos y gallinas de vecinos, y la maleza gana espacio en las gradas y en sus canchas para deportes. Ese anfiteatro costó 200 mil dólares, y no se utilizó más de dos veces en diez años, a instancias de la Escuela 8. Más nada.
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