El palmirense Regino Benítez va a su segundo Mundial y habla sobre cuáles son sus expectativas

De Nueva Palmira, hasta ahora, han confirmado que viajan unas 10 personas, la mayoría padres con uno de sus hijos.

El comerciante Regino Benítez partirá el 20 en un paquete contratado en la empresa de viajes Destinico y el vuelo será en la aerolínea Iberia. Irán en ese vuelo “unos 40 uruguayos a Catar. Haremos escala en Madrid y de ahí a Dubái donde nos alojaremos”.

Al conversar con EL ECO se lo vio muy contento, con expectativa por el viaje. Le gusta mucho el fútbol. Como hincha de Peñarol se pone el gorro aurinegro y suele salir con su familia a ver fútbol en canchas locales o también va al Centenario de Montevideo “cuando se puede”.

Con el apoyo de su familia que se queda a “atender el comercio” (supermercado), Benítez estará en la “fase donde juega Uruguay los tres primeros partidos”. Si llega a pasar Uruguay la primera fase, la gran interrogante de los uruguayos es si se volverán o no en el viaje contratado. “Si no volvemos el 3 de diciembre perdemos la totalidad del pasaje”. Hay quienes pese a haber “contratado el vuelo de regreso tras la primera fase, igualmente han comprado entradas para todos los partidos, y si no van a los estadios le devuelven el 20% del valor de la entrada”.

No se siente preocupado por el idioma. El árabe es el idioma oficial, aunque dominan varios idiomas. En Rusia, “yo que no sé ni inglés, con el celular me pude comunicar lo más bien”. Incluso “con una aplicación sacándole la foto a una comida te dice qué contiene el plato”, lo que demuestra la importancia de la tecnología para determinadas circunstancias.
“El fútbol me da la oportunidad de conocer, pasear”, que son los objetivos que lleva en su valija, además de ver en vivo y directo los partidos de la selección nacional, como en el Mundial de Rusia

Al quedarse en Dubái “tendremos una hora quince minutos de avión para llegar a los estadios. Todavía la empresa de viaje no nos ha dado muchos detalles del itinerario”, ya que solo han tenido una reunión y vienen otras para la organización del viaje.

Como en Rusia, “cuando la gente está con tiempo, se detiene y nos comunicamos a través del celular. Y por la camiseta y la bandera nos identificamos” y así los hispanoparlantes, los sudamericanos, se van congregando fuera de los estadios, más aún cuando los hinchas son del mismo país.

El lujo de una ciudad muy rica, lleva a preguntarse sobre los costos de consumo, fundamentalmente la alimentación, aparte del desayuno que está incluido en el hotel. “Comer en un carrito callejero cuesta 10 dólares, tal vez sea una milanesa de camello y una gaseosa”, dijo en son de broma. Pero “sentarse en un restaurante anda de 20 a 50 dólares, depende del lugar”. Y aclaró que “más o menos un peso uruguayo equivale a 3,8 de dólares y la moneda allá es el riyal catarí. 1 riyal equivale más o menos a 12 pesos uruguayos”, aclaró Benítez.