Es duro trabajar en la Seccional 4ta.

Durante las elecciones internas de junio 2019, los medios de prensa trabajamos en la sede policial recabando el resultado del escrutinio local. Y en las horas de espera observamos cómo estaba el edificio que, pintado por fuera, parece encontrarse en buenas condiciones. No.
Las excesiva precariedad en la que trabajan los policías fue denunciada por EL ECO en la edición del 6/7/2019. A raíz de eso, el resultado fue que en las siguientes instancias electorales (octubre y noviembre), la recepción de urnas fue derivada a la oficina de Bomberos, y a ese nuevo lugar fuimos a trabajar los periodistas.
Ha pasado un año  y el edificio de la seccional no se ha refaccionado.
La amplia y pesada puerta de ingreso a la sede, tiene las bisagras rotas y las paredes sostienen ambas hojas, que hace años no cierran. La puerta de dos hojas del final del pasillo central es de paneles vidriados, le quedan cuatro vidrios, y pedazos de madera.
El despacho de atención al público tiene los bancos con la loza saltada, las paredes descascaradas, y parte del marco de la ventana vencido por el paso de los años.
También están rotos los marcos de la ventana del despacho del comisario, y el mobiliario es escaso.
Ninguna persona se merece trabajar en esas condiciones. Debe ser una de la peor sede pública de trabajo en Nueva Palmira.
Transcurrió un año de aquella denuncia, volvió el invierno y funcionarios policiales, como el en el 2019, se frotan las manos y golpean los pies en el suelo, intentando aplacar el frío.

La puerta del pasillo central que da al patio. Le queda parte del marco y cuatro vidrios.