SOCIEDAD
Gonzalo Cuervas, la Distrofia Muscular y el Boldo para recuperar su vida
Un contacto con un joven chileno que sufría Distrofia Muscular, la consulta con un científico también del país trasandino y el comienzo de un tratamiento a base de Boldo y de fisioterapia, hizo que Gonzalo Cuervas vuelva a ingresar a una cancha deportiva, a caminar por la vereda con tranquilidad y llevar a su pequeña Manuela en brazos.

Gonzalo Cuervas, psicólogo, 40 años de edad nació en Montevideo, aunque a los tres años se vino a vivir a Nueva Palmira cuando su padres Enrique Cuervas e Hilda Caffarena se radicaron en esta ciudad. Por eso la infancia y adolescencia de Gonzalo fueron palmirenses hasta que los estudios primero y opciones de vida después, lo devolvieron a su Montevideo natal.
A pesar de la prioridad de sus estudios y la carrera profesional, mezclado con la fotografía, Gonzalo nunca abandonó el fútbol jugando en la Liga de Montevideo y a la vez, en otras especialidades deportivas. Sin embargo en los años 2013 y 2014 aparecieron episodios que no estaban en su horizonte: sentir las fatigas musculares, caerse, cada vez con más frecuencia. “Primero en un pique de 40 metros, después en 30 o 20 metros, me fallaban las piernas, me caía, era como si hubiera una cuerda invisible que me hacía caer”, dijo en la entrevista que mantuvo con EL ECO.
La Distrofia Muscular es un grupo de enfermedades que provocan debilidad progresiva y pérdida de la masa muscular. En la Distrofia Muscular, genes anormales (mutaciones) interfieren en la producción de proteínas necesarias para formar músculos saludables.
Por qué esta nota
Padecer una enfermedad crónica es un día a día. Es saber que se debe luchar para estar bien, pero también es ayudar a otros que la padecen. Por eso esta nota con Gonzalo contando su experiencia personal, sus sufrimientos, ahora sus mejoras, “es para difundirlo, para que pueda ayudar a otros, porque a mí me da mucho miedo cantar victoria. Voy un mes de buena evolución, pero es un día a día. Pasé del infierno al paraíso en un click”, afirmó.
Los inicios de los síntomas
Hasta que tuvo 33 años la Distrofia Muscular no forma parte de la vida de Gonzalo. Su vida era normal con el hobby por los deportes. Sin embargo comenzaron a surgir hechos inusuales. “Jugando al fútbol empecé a darme cuenta que perdía velocidad y en carreras largas me caía, me quedaba sin piernas, era como que me pegaban un tiro o había una cuerda imaginaria y me tropezaba de la nada”.
Esos episodios comenzaron a sucederle con mayor frecuencia. “Comencé a hacerme estudios hasta que me dio alta una enzima en un análisis de sangre, perfilé para la Distrofia, más teniendo la herencia de mi abuelo y de mamá. Trataba de mirar para el costado, pero luego el estudio me confirmó el problema en cuádriceps posteriores, glúteos, toda esa zona…”
Hay muchas Distrofias, pero la que tiene Gonzalo “es más autodiagnosticada, que lo que me dijo el neurólogo. Yo fui con los estudios y me dijo ‘es una Distrofia leve, no tenés riesgo de vida, en el futuro vas a tener que usar bastón’. La verdad no tuvo muchas ganas de laburar. También me dijo ‘tomá estos remedios como calmantes, pero para la Distrofia no hay cura’. Nada más. Poco alentador”.
Otros caminos
A partir de ahí Gonzalo comenzó a buscar nuevos caminos y a contactarse con gente de Alemania, de Israel, con personas que se tratan por la Distrofia, “pero no logré vínculos, y fui probando, pero perdiendo…” Mientras eso ocurría la enfermedad avanzaba, “ya no podía jugar al fútbol, al padel lo hacía pero no podía moverme y comencé a caerme en la calle. Porque si iba por la vereda y encontraba una baldosa más alta que otra, me tiraba, es como que la rodilla no tenían sostén y me quedaba sin estabilidad. También me empezó a pasar dentro de casa. Si yo iba atento donde caminaba no pasaba nada, pero si me distraía, me caía…”
Y llegó un día que iba con Caro (su compañera) y Manu (su hija) y “me caí, quedé arrodillado en la vereda, no me golpeé, nada, pero quedé en el piso, y ese día volví a investigar y di con un video de un ciclista chileno y con su nota, donde contaba que llegó a tener el 70 por ciento del cuerpo inmovilizado y que con la dieta del Boldo se había recuperado y llevaba una vida normal”.
Los primeros contactos con el ciclista chileno
Con esa nota y el video, Gonzalo contactó a Víctor Abusleme, el ciclista chileno por medio de Facebook. “El gurí un fenómeno, un domingo a las 12 de la noche tuvimos una hora y media en una videoconferencia, me contó su historia, sus sufrimientos, estuvo re jodido… El inicio de su recuperación fue cuando se contactó con un kinesiólogo, que le informó de un científico, el doctor Juan Carlos Sáez que estaba haciendo estudios sobre la Distrofia y el Boldo. A partir de allí empezó a tomar el Boldo y fue el origen de su recuperación”.
A este chico chileno le llevó cuatro años recuperarse, pero empezó a sentir las mejoras en el primer año. “Ahora ya no toma más. Estuvo inválido en la cama y ahora, hace poco, corrió una carrera de 70 km. Eso era inviable pensar, repito, totalmente inviable…”, recordó.
Gonzalo y el Boldo
“Hace un mes, poco más capaz, que empecé a tomar boldo -dijo Gonzalo a EL ECO- y yo a los diez días comencé a sentir mejoras. Capaz que soy muy sensible a mis cambios, porque tengo mucho conocimiento de mi cuerpo, mucha terapia sobre mi cuerpo por mi profesión, pero enseguida comencé a sentir los cambios”.
Pero hubo un hecho cotidiano que lo asombró sobre su propia mejora. “Iban diez o quince días que estaba tomando Boldo, salí caminando por la vereda llevando a Manuela en el cochecito, y cuando quise acordar yo iba pasando gente caminando, cuando unos días atrás era a mí que me pasaban, porque yo iba a dos por hora y con muchos cuidados”.
Ese día Gonzalo caminó 15 o 20 cuadras y no sintió fatiga, “tenía los músculos calientes, como si hubiera hecho ejercicio. Y estaba para volver a ir. Pahhh… Yo antes daba la vuelta la manzana y tenía que sentarme porque no podía más. Y para mí que hice deportes toda la vida era re frustrante, más pensar en el futuro, en ir a un parque y que mi hija corriera y yo no pudiera hacerlo”.
El Boldo
Gonzalo comenzó a tomar Boldo el 9 de julio, que contiene la droga que se llama Boldina, que posee propiedades anti inflamatorias y genera un bloqueo en las células que se abren en el tejido muscular.
“Me es muy difícil especificar cuánto tomo porque diluyo cuatro o cinco hojitas de Boldo en agua y lo tomo. A veces también en el consultorio tomo té de Boldo”, afirmó.
“El científico chileno me habló de la efectividad del Boldo en ciertos casos de Distrofia. Y que están desarrollando una molécula para reemplazar el Boldo pero la pandemia frenó todo en los últimos meses, pero están en la fase experimental”.
“La realidad es que a mí me anda, a mamá también y hay gente de Palmira con Distrofia que se sentía mejor. Viviana (la hermana de Gonzalo) me mandó un mensaje de una persona que empezó a tomar Boldo y que, no sabía si era la fe o el Boldo, pero se sentía mejor”.
No es sólo el Boldo
Gonzalo Cuervas reafirmó que para la recuperación física “no es sólo el Boldo, el chileno también me lo dijo. El Boldo da la posibilidad de sentirse mejor, pero la fisioterapia es fundamental, yo hago tres sesiones por semana. Y además haciendo ejercicios, moviendo las articulaciones al máximo posible todos los días”.
En cuanto a la dieta, no puede beber más bebidas alcohólicas y tiene que realizar una dieta de diabético, cero azúcar, “porque el científico chileno me dijo que eso inflama las células y contra resta los efectos del Boldo”.
Del doctor Sáez*
En este camino que ha transitado Gonzalo, se encontró con el doctor Juan Carlos Sáez, quien estudia y busca alternativas ante la Distrofia Muscular. Esta semana le envió un correo donde lo felicita por las mejoras pero también le informa que le aceptaron una publicación científica sobre el Boldo. Dice el mensaje:
“Me parecen muy buenas noticias, muchas gracias por compartirlas conmigo. ¿Qué tipo de Distrofias son las que han sido diagnosticadas?
Ayer me aceptaron una publicación científica importante donde demostramos que las disfernilopias experimentales se recuperan completamente con boldina.
Si quieres hacer una reunión por zoom me gustaría poder participar, escuchar los comentarios y posiblemente hacer algunas preguntas.
Un abrazo, Juan Carlos”.
Una video conferencia
Teniendo en cuenta los beneficios del tratamiento del Boldo tanto para Gonzalo como para el chileno Víctor, y volviendo al inicio de esta nota, ambos se plantean realizar una video conferencia por la aplicación Zoom para aquellos que padezcan o tengan familiares con Distrofia Muscular.
*El doctor Juan Carlos Sáez, es subdirector del Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia, de la Universidad de Valparaíso, CINV, Chile.

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