Las golondrinas pardas hacen de las suyas en la Plaza Artigas

Son miles y miles las golondrinas pardas que cada atardecer tienen su lugar de encuentro en los plátanos de la Plaza Artigas, de Nueva Palmira, su bullicio es intenso, muy intenso. Hasta ahí todo bien. Agradable.

El punto está en que día a día llenan la vereda y bancos de excremento, y el olor no pasa tampoco desapercibido máxime si hay humedad.

El alcalde Agustín Callero señaló esta semana a EL ECO que limpiaron la plaza, pero “al otro día estaba igual. Entendemos el problema de los vecinos, pero por la falta de personal nos resulta imposible atender diariamente la plaza”.

Estas aves, que forman parte de las bellezas de la naturaleza, que contribuyen al equilibrio ecológico porque se alimentan de insectos, prefieren los plátanos y se concentran al caer la tarde en verano. En abril parten a otros países cálidos, pueden viajar hasta el norte de las Américas.

Callero dijo que la experiencia en otras ciudades es “podar los plátanos” para evitar que las golondrinas duerman en ellos, posiblemente “hagamos lo mismo nosotros el año entrante”.

Otras ciudades en vez de cortar los plátanos han plantado nuevos fuera de las plantas urbanas. Se desconoce todavía la “receta” efectiva.