Lo que ha desaparecido en estos tiempos, ¿te acordás cuando..?

-Compartir utensilios. ‘¡Probá este postre, está riquísimo!’, y le pasaba la cuchara a la otra persona para que saboreara eso que estaba tan bueno.

-El mate. ‘¿Querés uno?‘ La rueda del mate era infaltable. Si alguien tomaba y no lo compartía era un gesto de mala educación en algunos casos, o de egoísmo, o exagerada acción de autocuidado. “Mejor no tomes mate delante de otras personas si no lo compartes”, se solía escuchar.
-karaoke. El divertimento de compartir el micrófono mientras se disfrutaba de un encuentro festivo. Quedaron sin efectos, obviamente, las reuniones y fiestas, por lo que es casi imposible hablar de karaoke.
-El lápiz labial. ‘Fijate cómo te queda este tono’. Acercarse al espejo y compartir el lápiz labial.
-Una pitada. ‘No, fumo del tuyo’ Compartir el cigarrillo o el porro.
-Lo fraterno. ‘¡Cómo estás!’ Y tras esa expresión en el rencuentro venía el beso, el abrazo, entre familiares u amigos.
-El pelotero. ‘Mientras hacemos las compras que María se quede en el pelotero’ No sólo a nadie se le ocurre mandar a sus niños a un pelotero sino que directamente han sido retirados de locales.
-‘Usá mi cel’.  No es cuestión de ahorro sino de no compartir al hablar las salivas de unos y otros.
-Apagar las velitas y ¡mordiscón! A los niños les encanta que en su torta de cumpleaños, o en las de adultos, haya velitas y apagarlas varias veces. Y tras eso el cántico de los presentes instando al del cumpleaños al: ‘¡mordiscón!, ¡mordiscón!’
-Los globos. Comenzar a inflar un globo y que otro dijera ¿te ayudo? No corre más.
-Las cartas. La conga, el truco entre amigos, conocidos, en instituciones despareció, ni qué hablar de mojarse el dedo para poder tomar las cartas con más facilidad.
-Entrar a mirar lo que se ofrece en un negocio. Se podrá mirar desde las vidrieras pero en el interior del local la consigna es comprar y salir rápido para dar lugar a que otros ingresen.