Los pacientes que deambulan pidiendo atención

Personas con problemas de salud mental, o con exceso de consumo de sustancias, acuden a las puertas de emergencia de Hospitales, los atienden los médicos de guardia, les dan una pastillita para que se tranquilicen y un pase al psiquiatra o el consejo de internación en un lugar de recuperación de adicciones.

Ese pase puede transitar por muchos no. Hay usuarios que “desde setiembre de 2021” esperan turno para la atención psiquiátrica en ASSE en el departamento de Colonia.

En algunas mutualistas la espera puede ser de uno a dos meses.
Lograr una internación es un camino escabroso por falta de cupos.

Testimonios

EL ECO presenta testimonios recogidos de personas que necesitan atención psiquiátrica o internación por adicciones

– “No hay psiquiatra en los hospitales. Me dijeron que tratara de conseguir turno en Colonia”

-Llevé a mi hijo por intento de suicidio. Lo atendió el médico de guardia, lo derivó a Carmelo. A los dos días recién lo vio un psiquiatra y lo mandó para casa con remedios, faltaba uno y lo compré”.

-Mi hija pidió internarse por la adicción. Esa decisión dura un instante, porque al rato cuando se siente mejor se arrepiente. Así pasa con todos los drogadictos. Fuimos al hospital, la doctora le dio algo para la ansiedad, y la mandaron para casa empastillada”

-“Estoy haciendo un sacrificio enorme, le pago terapia particular” Tanto en ASSE como en el sistema mutual la atención de psicólogos y psiquiatras es por unas semanas y muchas veces en forma discontinua. Conseguir un nuevo turno para que lo atiendan puede ser dentro de meses o un año.

-“Ni en el Hospital (Palmira) ni en Ciudadela (Carmelo) hay psiquiatra. Mi hija necesita medicación para bajar la ansiedad del consumo (nombra la droga).

-“Mi hermano estuvo internado un año en Remar Paysandú (centro para la recuperación de adicciones). Se recuperó bárbaro, volvió a casa y al mes estaba con las juntas de antes y nuevamente está en la droga. Nos está enfermando a todos en casa”.

-“Mi hijo es menor de edad y no lo admiten en ningún centro de rehabilitación, los que hay son para adultos. Y pagar una internación privada no nos da, no tenemos cómo”.

-“Él quedó en lista de espera para empezar un tratamiento. Tenía que ir a Salto o Montevideo si aceptaba, pero qué va a ir, de milagro pude convencerlo que se tratara por la depresión en Colonia”.

-“Para ver al psiquiatra en el hospital dan siete números cada dos meses”