Me da escalofrío: ¿qué pasaría si se cayera Facebook?

Pensar en una vida sin Facebook, sería que ya no podría hacer esa función de tanta importancia social: el inconfesable placer de husmear la vida ajena, que a veces tiene arrebatos, porque me caliento con la vecina por la foto que publicó, mirá cómo se puso, increíble, quién la viera!!! Y yo que puse la foto, que estaba preciosa, sólo tuve cuatro me gusta.
Si no existiera Facebook… se me paraliza el corazón de sólo pensarlo. Ya no podría tener esas altruistas discusiones políticas con el vecino porque él sí que no resiste el archivo, a mí me va a decir, si estuvo con estos y después se pasó porque le dijeron… mirá si se lo van a dar, si es un bobo. Todavía recuerdo la última ¡cuando le dije… y lo maté! (jajajaja). No supo qué decirme.
Con el sólo hecho de pensar que no existiera F (ya no puedo no decirlo), me pregunto cómo hago para ver las fotos que ella subió cuando estuvo de viaje y le puse “¡¡¡¡lindaaaaa, disfruten!!!!” aunque sé muy bien que todavía está pagando el paseo, y que además me dijo que pasó divino cuando también sé muy bien que le llovió los últimos días y al más chiquito le atacó una diarrea que lo tuvo tres días sin poder salir del hotel. ¡Qué tranquilidad!
Por favor que no vaya a pasar eso, que no se caiga F, el mes que viene es mi cumpleaños y mis amigos no van a poder saludarme. Aunque si lo pienso bien el año pasado me saludó el que me odia, ¿por qué lo habrá hecho?, seguro para hacerme sentir mal porque hizo como que no le importa lo que sucedió entre nosotros; sin embargo la otra sí me lo hizo para recordarme que le debo: “feliz cumple, que pases bien” cuando en realidad me dijo “me estás debiendo, cuando puedas…” Y ella sí que deseó verme feliz, que estuviera bien, y no te digo cuando me saludó Roberto, y Analía, Laura –aunque lo hizo por compromiso lo sé muy bien-, también me escribió Diego de Argentina, como no puede venir… Por eso, al otro día muy tempranito, apenas me levante, lo primero que haré será tomar el celular, contar todos los que me saludaron (¡fueron menos que el año pasado!), pero igual pondré bien grande en cuadro rojo “muchas gracias a todos los amigos que me saludaron, los quiero a todos”.
Pensar en un mundo sin Facebook, y qué hacemos cuando terminamos de almorzar, y tenemos ese instante de relax tan necesario, y como sin querer nos fijamos algunas novedades que haya en las redes y… nooooo el hijodeputa de tu compañero de trabajo se compró auto nuevo y no me dijiste el otro día que había comentado que no iba más al super, que estaba comprando en el almacén porque le dan fiado. Y ahora se compró un auto!!! Yo no puedo creer. No sé para qué miro esto si me hace mal, y decime, él por qué tiene que publicarlo, eh!!, por qué, para vos lo hace, a vos te está diciendo viste como yo puedo y vos no. Sos un fracasado!!!
Qué no vaya a pasar, que no se caiga Facebook, como podría vivir yo sin esa sensación de bloquear, de demostrarle que ya no me interesa, y que con el dedo índice muy fuerte que hace temblar la pantalla digital, lo bloqueo y le estoy diciendo que no lo quiero ver masssss (aunque si vos sos amigo de él después contame lo que puso).
Además cómo podría seguirle los pasos a mi ex, porque sé muy bien que si publica fotos feliz es porque me extraña, no lo siente, lo hace para para darme celos, lo sé muy bien. Lo que me preocupa es cuando no publica. Aunque el otro día de casualidad, como estábamos bloqueados, en un muro falso que tengo, vi una historia y a su espalda había una sombra, qué sería? Le escribí, le pregunté, “qué linda compañía!” pero no me respondió. Capaz que sabe que soy yo que le pregunta, aunque no lo creo, o si.
Un mundo sin Facebook sería como un mundo sin agua, seco, sin sentimientos, sin amor. ¿Cómo haría para desearle feliz cumpleaños a mis hijos? ¿Y para decirles todo lo que los amo? Cómo haría para publicar esa foto tan tierna que estamos abrazados, como que nada nos podrá separar, donde miro la cámara y a veces un poquito parece que no sé a quién estoy abrazando. Cómo le voy a decir a mi hijo que lo amo más que a mi vida sin F, si cuando llega de la escuela –que para peor va pocos días por culpa de la pandemia- es un infierno, me saca canas verdes. Y aquella no me comprende, no me entiende, y eso que también le dije que la “amaba más allá de esta vida” con muchos corazones rojos, pero no, está enojada, no afloja, y eso que también le hice una dedicatoria para que se lo mostrara a sus amigas que sé que le gusta. Pero no sé qué hacer, capaz que se me fue la mano, y cómo hago, no sé, y además con esta tobillera que no me deja pensar.

Por Nino