SOCIEDAD
¿Nosotros alcohólicos?
Con el psicólogo Gonzalo Cuervas
Las bebidas alcohólicas como drogas; bebedores sociales, problemáticos o adictos. Cómo esta bebida, tan emparentada con la felicidad y el glamour en la publicidad, puede convertir en un verdadero caos la vida de cualquier persona. EL ECO dialogó de todo ello con el psicólogo Gonzalo Cuervas*.
El psicólogo Gonzalo Cuervas cuenta con una corta pero ya intensa trayectoria en la atención de personas con adicciones. EL ECO lo consultó sobre la problemática asociada al consumo de alcohol.
– ¿Cuándo se puede considerar que una persona es alcohólica?
– Lo que tenemos que ver primero es el consumo del alcohol. Diferenciar lo que es un consumo social de una persona que no ha perdido el control sobre la sustancia. Hay que diferenciar entre el consumo social, consumo problemático y una persona adicta al alcohol. Pongo un ejemplo: si tomaste una copa de bebida con alcohol y saliste a manejar, tenés un consumo problemático de alcohol, porque en realidad no te estás cuidando tú ni cuidas al otro. También hay que dejar claro que no es lo mismo el consumo problemático que la adicción. Esta última se da cuando existe dependencia con el alcohol como cualquier otra sustancia. En este caso la persona vive para consumir, desde que se despierta hasta que termina el día su vida gira en torno al consumo.
También hay distintos tipos de adicciones con el alcohol. Las dos características son las del consumidor diario que necesita todo los días de una dosis de alcohol y están aquellos que se pueden abstener por mucho tiempo, pero cuando consumen se toman hasta la última gota que hay.
– ¿Cómo se inicia un alcohólico dependiente o adicto?
– Cuando una persona llega al tratamiento (sea cual sea la adicción problema) le hacemos un historial del consumo. Y las características siempre son las mismas, se repiten los mismos procesos: inicio de consumo del alcohol en forma social en una adolescencia temprana, inicio de tabaco en una adolescencia temprana, consumo de marihuana en una adolescencia temprana o media. Los consumidores problemáticos de cocaína y/o pasta base aparecen mas rápido, mientras que en los consumidores de alcohol el deterioro se nota a más largo plazo. Si revisamos el historial de un adicto a la cocaína, a los 20 o 23 años hace un quiebre que es irreversible. Mientras que en el consumidor de alcohol el rango es mayor, y puede llegar a los 70 años con 30 años de consumo, pero al problema lo tiene desde hace 30. Pero como el alcohol es una droga socialmente aceptada no se vio esa adicción.
– El alcohol forma parte de la sociedad.
– Sí, de alguna manera siempre está. Y no está tan estigmatizado como la cocaína y la pasta base. La noción de adicción se asocia con esas sustancias. Algo la marihuana, pero el alcohol no se incluye dentro de las drogas. Si en un buscador de internet ponemos drogas y alcohol aparecen muchísimos textos sobre drogas y alcohol, pero si hacemos referencia exclusivamente a las drogas, queda por fuera el alcohol. Por ello necesariamente tenemos que decir: drogas y alcohol.
– ¿Por qué sucede? ¿Por intereses económicos o de costumbre?
– Detrás del alcohol hay mucho negocio, sin duda. Pero me parece que el problema es la accesibilidad que existe para consumir alcohol. En tratamiento, un consumidor de cocaína se tiene que cuidar de no frecuentar entornos que lo ponen en riesgo. No andar en la noche, no parar en la esquina, tener cuidado con los vínculos que tiene. Alejarse de la sustancia es crucial. Lo mismo que un consumidor de marihuana: no ir a la playa y que le estén fumando al lado, no ir a la cancha y que le estén fumando al lado. Todo eso necesita cuidarlo. Mientras que un consumidor de alcohol cruza una vereda y hay un bar con gente tomando. Cruza a la otra vereda y hay otro tomando de una botella; mira para arriba y hay un cartel de una marca. Prende la tele y Homero Simpson toma una cerveza. Es permanente, con todas las trampas que eso tiene. Porque el consumidor de alcohol pasa por dos fases: baja la inhibición y siente euforia, pero la otra, que no sale en los avisos, es toda la parte depresora del sistema nervioso central y la resaca. Y toda la dependencia que eso genera.
– ¿Se registran casos de consumidores de alcohol violentos?
– Bajo los efectos de la sustancia sí. Bajo los efectos o en los primeros días de abstinencia también. Pero luego en el tratamiento no, cuando logran ordenar las ideas no. Cuando la familia se acerca, con medicación, se contiene la agresividad y la violencia desciende mucho.
– ¿Son conscientes de su enfermedad?
– Los consumidores de cocaína o pasta ven que se van quedando solos, que tienen problemas con la ley, que la adicción los está deteriorando. Sin embargo el consumidor de alcohol no es consciente. No llegan a un tratamiento porque se dicen “ya está, ¡toqué fondo!”. Generalmente llegan porque la familia les marcó límites o se les cerraron las puertas. O luego de una consulta médica por una disfunción hepática u otro problema ocasionado por el consumo. Pero es muy difícil que el alcohólico llegue por sus propias convicciones.
– ¿Considera que es contradictorio que en la estaciones de servicio se venda alcohol?
– Con la legalización de la marihuana surgen contradicciones, debates y distintos posicionamientos. Lo ideal sería que la venta de sustancias fuera sumamente controlada. No sólo el alcohol o la marihuana. Yo creo que hay que mejorar las campañas de prevención en los medios de comunicación. Porque si lo miramos en profundidad, el problema es la sociedad. Las personas necesitan consumir para escapar de esa sociedad. El alcohol y su consumo responsable, es milenario. Forma parte de la sociedad desde siempre. No es lo mismo aquel que se toma una copa de vino con la cena y al otro día va a trabajar, que aquel que se toma cinco copas y al otro día no va a trabajar. Las responsabilidades quedan detrás del consumo.
– Los estudiantes que consumen cualquier sustancia bajan su rendimiento, ¿es así?
– Sí, por ejemplo la marihuana que es muy consumida en la adolescencia, disminuye mucho el rendimiento académico.
– ¿Hay herencia genética en el consumo de alcohol?
– Sí, hay. Cuando una persona llega a un tratamiento y comenzamos a revisar para atrás, encontramos que hay consumidores en generaciones anteriores. Existe incidencia. Pero no es que una persona sea adicta porque sus antecesores lo fueron. Las adicciones son multicausales, y de hecho conocemos casos de gemelos que uno es adicto y el otro no.
– ¿Hay diferencias de edad y sociales entre los consumidores?
– En alcohol, la regla general es de 40 años para arriba. No hay diferencia por sexo: es común en hombres y mujeres. Y no es común que en Aconcagua se interna una persona 20 o 30 años porque su consumo sea el alcohol. Lo hacen por consumo de cocaína, pero cuando revisamos tiene consumo cruzado con alcohol. O sea que cuando consume cocaína también alcohol, pero este no es lo visible. Porque lo socialmente no aceptado es la cocaína.
-
El psicólogo Gonzalo Cuervas trabaja en el Centro Aconcagua, especialista en adicciones, que acaba de impulsar un curso on line para adictos.
-
NECROLÓGICAS9 horas atrás
Necrológicas – Setiembre 2024
-
SOCIEDAD2 días atrás
El difícil momento de la conserjería del Unión por la ausencia de Denis Elías
-
SOCIEDAD5 días atrás
Edición papel de este sábado. La diferencia de la prensa independiente
-
POLICIALES4 días atrás
Desarticulan banda en Soriano que comercializaba drogas y armas (Vea videos)
-
SOCIEDAD3 días atrás
Colonia y Punta del Este en ómnibus dejando de lado Montevideo
-
POLICIALES5 días atrás
La justicia dispuso medidas contra el Alcalde de La Paz por violencia contra su esposa
-
DEPORTE3 días atrás
Polancos se consagró campeón oficial 2024 (vea el video)
-
SOCIEDAD4 días atrás
Denis Elías en el Unión de Nueva Palmira