Pequeñas empresas de transporte turístico: Desde marzo sin ingresos y acumulando deudas

Silvia Ramos, principal de la empresa de turismo ‘Palmira Viajes’, contó a EL ECO la situación que están atravesando unas 1500 pequeñas empresas, que como la de ella, estaban en plena actividad hasta marzo.
Palmira Viajes comenzó en el 2014, primero con una camioneta y después sumó un ómnibus. Tiene su oficina en la calle Chile entre Uruguay y Río Negro (Nueva Palmira), y ahí conversó sobre su realidad y la del sector.
Van cinco meses de la abrupta paralización por la pandemia. “Nuestro fuerte son la semana de turismo, las vacaciones de julio, y el verano”, además de muchos fines de semana comunes. “Desde marzo no tenemos nada, seguimos generando deudas con cero ingresos”, expresó con angustia Ramos.
“Es espantoso levantarse a la mañana, abrir la cortina de casa y ver el ómnibus parado y la heladera vacía. No hemos tenido ni para comer. Hemos recibido la solidaridad de gente de Dolores, de Carmelo, de Cardona, de Palmira. Cada plato de comida, me ha emocionado”, dijo la pequeña empresaria que con gran esfuerzo había logrado crecer como las demás pequeñas empresas de turismo carretero del país.
Contabilizó que son “unas 1500 pequeñas empresas a las que se nos cayeron los ingresos, y quedaron sin trabajo muchos choferes y guías. Más o menos los afectados seremos una cinco mil personas en total”. Pero los titulares de las empresas “tenemos que seguir pagando el BPS, alquiler, créditos, DGI, impuesto al Patrimonio, luz, agua, teléfono. Sumando deudas, nada de ingresos, y cero exoneraciones. Esto parece una pesadilla. Y no sabemos cuándo vamos a volver a tener viajes”.
Señaló que el sector se presentó al “Ministerio de Turismo y no tuvimos respuesta. Fuimos a Torre Ejecutiva (Montevideo) y no nos dieron respuesta. Fuimos al Mides y no recibimos nada”.
De las 1500 empresas pequeñas familiares, como Palmira Viajes, hay quienes no pudieron pagar el alquiler, las obligaciones tributarias y de servicios esenciales y “quedaron en la calle, tuvieron que ir con sus niños a refugios”.
Hay colegas que “sufrieron infarto, ACV, depresión por lo que están viviendo, y nadie nos da una solución. Nadie nos responde. Y con nosotros cayeron otros sectores turísticos, como el que vende tickets en parques, los trabajadores de hoteles, restaurantes. Todos sin solución”.
El 3 de agosto, con protocolo mediante, Ramos reabrió la oficina pero no hay viajes por ahora. Estamos con una incertidumbre total, sin salida por ahora, con deudas y más deudas. Y si no pagamos las obligaciones se nos generan más deudas. Esto no para”.
Otro de los intentos fue ir por el camino de préstamos en efectivo. “Unas 140 empresas solicitamos créditos a Microfinanzas (préstamos ‘blandos’ del Banco República), pero sólo dos lo han obtenido, sólo dos ‘calificaron’, al resto no nos respondieron porque no tenemos todo al día, un atraso en el pago de lo que sea, como puede ser un impuesto -según Ramos- alcanza para que nos nieguen el préstamo. Es terrible todo”.
‘Palmira Viajes’, y las demás pequeñas empresas que, como la de ellos, reabrieron ahora, lo hicieron con la autorización de Salud Pública y del Ministerio de Turismo, pero sin nada claro en contrato de sus servicios.