Polémica por la LUC: Edison Lanza, Gerardo Sotelo y Andrés Scavarelli en polémica por LUC

La polémica por la Ley de Urgente Consideración (LUC) genera polémicas de todo tipo y en este sentido, en los últimos días también participaron el Desde el 6 de octubre de 2014 es el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el abogado y periodista Edison Lanza, el Presidente del Secan Gerardo Sotelo y el abogado y columnista Andrés Scavarelli.

Todo se disparó como consecuencia de la resolución del Codicen donde se prohíbe la utilización de tapabocas con la inscripción “Educar no LUCrar” en referencia al proyecto de ley que impulsa el gobierno Lanza publicó una reflexión en las redes sociales que motivó la respuesta de Sotelo “Al parecer Uruquay está transitando un camino que bordea la censura”, escribió. “Prohibir terminantemente a docentes y estudiantes adolescentes expresarse sobre temas de interés público, es impedir el derecho de expresar demandas e ideas; proselitismo es otra cosa”, señaló Lanza.

El Presidente de los medios públicos, Gerardo Sotelo le contestó “El art. 58 de la Constitución prohíbe el proselitismo “de cualquier especie” en la función pública. Buscar prosélitos contra un proyecto de ley, indubitablemente, es una de ellas. El 58 busca garantizar la neutralidad del espacio público, sin la cual no hay libertad de expresión posible” señaló.

Al respecto el abogado Andrés Scavarelli escribió su punto de vista, en disonancia con la opinión de Sotelo “Sotelo se mete en un camino sin salida contra principios de derechos humanos por desconocimiento y cuestiona equivocadamente al Relator de OEA para la Libertad de Expresión” señala.

A este respecto es importante tener presente lo siguiente, argumenta:

Ninguna norma puede ser interpretada contra derechos y en caso de eventual colisión debe optarse por la que mejor proteja la dignidad humana, es la llamada “directriz de preferencia normativa “

Asimismo, por el principio de “no regresividad” junto al de interdependencia de derechos, no se puede interpretar aisladamente el sistema ni de un modo que restrinja derechos conquistados.

La interpretación que Sotelo pretende darle a la Constitución es la propia de un texto muerte y petrificado, pero las normas son dinámicas y la nuestra, a la luz del artículo 72 más el concepto de “bloque de constitucionalidad” da rango constitucional a toda norma de derechos humanos, incluso convenciones y declaraciones.

Sotelo está confundiendo lectura con interpretación. Efectivamente él está leyendo la constitución pero no puede interpretarla en su auténtico significado porque para ello es necesario estar en posesión de determinados conocimientos específicos en la materia.

Es lo mismo que ver una lesión , todos podemos hacerlo, pero solo alguien con conocimientos específicos puede DIAGNOSTICAR la dolencia y PRESCRIBIR un tratamiento.

Cualquier persona puede leer la Constitución y opinar sobre ella pero no dictar una opinión como casi una sentencia inapelable como opina Sotelo.

Esta situación cobra particular gravedad por ser el ciudadano en cuestión el director de medios estatales y tener en su foja en corto plazo el haber dado directivas para exigir control previo de la dirección de los contenidos cubiertos por los medios oficiales.

En resumen, señala Scavarelli “la opinión de Sotelo se contrapone a la conceptualización de un Estado Constitucional de Derecho pues laicidad no puede ser interpretada como restricción de derechos sino como no toma de partido por parte del Estado, con la prohibición en cuestión el Estado no está defendiendo la laicidad sino que está tomando partido en defensa de un proyecto de Ley al eliminar de toda cuestión o mejor dicho eliminar todo cuestionamiento por la vía de la prohibición”.