SOCIEDAD
Ya no suenan los teléfonos contra el suicidio
Luego de 29 años de estar en funcionamiento cesó el servicio de atención telefónica contra el suicidio a cargo de la organización Último Recurso, bajo la dirección de la psiquiatra especializada en suicidios, Silvia Pelaez. Queda la atención en las puertas de emergencia de los centros de salud públicos y privados (hospitales y mutualistas).
Con un comunicado escueto, la Ong Último Recurso informó a la opinión pública que a partir del domingo 25 se retiraban los teléfonos de la llamada “línea de crisis”, a los que toda persona que tuviera ideas suicidas, podía llamar y encontrar profesionales que en forma gratuita conversaban para evitar un acto irreversible. “Diariamente recibíamos unas 15 llamadas y aumentaban mucho los fines de semana y en el mes de diciembre, que es cuando la gente reaviva recuerdos”, dijo la Dra. Peláez a EL ECO.
Pese a que se silenciaron los teléfonos, por falta de apoyo económico estatal y de intendencias, queda en pie, y esto es importante tenerlo presente, la atención personalizada de Último Recurso en el local de la Policlínica del Barrio Golondrinas (Estados Unidos esq. Ibicuy) los segundos viernes de cada mes de 13 a 17 horas, y en Carmelo en la Casa de la Cultura (19 de Abril esq. Ignacio Barrios) los cuartos viernes de cada mes, de 12.30 a 17.30 horas. “También vamos a los domicilios de algunas personas que, por problemas físicos o de edad, no pueden llegar a los puestos centinela”, indicó la profesional.
El cierre de la “línea de crisis” se produjo por una sucesión de hechos. “Fueron cayeron los convenios con intendencias y lo último fue el fin del convenio con el Hospital Policial del Ministerio del Interior. Los recursos fueron mermando hasta llegar a este desenlace”.
La Dra. Pelaez recalcó que el cierre de las líneas “no es culpa del Ministerio”, sino que se dio por “un cúmulo de cosas, que incluyó la caída de varios convenios”, entre ellos el de varias intendencias, como la de Montevideo, y la de Colonia durante el gobierno del Dr. Walter Zimmer.
Según Pelaez, la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), “hace ya cuatro veces que ha anunciado que abriría una línea telefónica” para persuadir a personas que pretenden terminar con su vida, pero “que yo sepa hasta ahora no la ha puesto en funcionamiento. A lo mejor lo hace…”. La profesional dijo que frente a hechos vividos tiene como eslogan: “ASSE no hace”
Con el cierre de las líneas telefónicas que eran atendidas las 24 horas los 365 días del año, para todo el país, la Ong debió despedir personal. “Quedó únicamente una psicóloga que es la que atiende los puestos centinela de Carmelo y Nueva Palmira”, con recursos que aportan comercios e instituciones de ambas ciudades.
Dr. Mota: están las puertas de emergencia
Si bien este tema es de ASSE, EL ECO le preguntó al Dr. Jorge Mota, Director Departamental del Ministerio de Salud Pública (MSP), qué piensa instrumentar para cubrir ese vacío telefónico que quedó. “Siempre tenemos las puertas de emergencia de los hospitales y de las mutualistas, para atender a personas que tienen intenciones de auto eliminarse o toda persona que acuda a pedir ayuda frente al caso de un familiar o cualquier allegado. Para la atención en esos casos de emergencia está instrumentado un comité de recepción de salud mental. Están también los equipos de salud mental”.
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