Moda inteligente: Ropa que controla tu entrenamiento

Un elegante vestido de plata, con plumas y 50 mariposas azules que salían volando abría nuevos campos en la industria de la moda. El Butterfly Dress, así lo bautizó Intel, contaba con unas fibras ópticas y un sensor de proximidad que hacía que las mariposas reaccionasen a estímulos externos. El milagro de la metamorfosis fusionaba tecnología y moda, dos campos aparentemente muy dispares entre sí. El atuendo inteligente de Intel ha sido quizá el ejemplo más llamativo por lo espectacular de la propuesta, pero estas alianzas tech-fashion comenzaron a dar sus primeros pasitos en 2015 y, aunque todavía no se ha convertido en mainstream, cada vez más marcas coquetean con el concepto de prendas conectadas.

Lo más interesante de este tipo de tecnología es que permite al usuario interactuar con servicios, dispositivos y entornos. ¿Qué pasaría si con rozar la manga de una chaqueta se encendiesen las luces o se pagase un café a través del contactless incorporado en el vaquero? Todo ello sin sacar el smartphone o sin andar toqueteando la pantalla del smartwatch. Los tejidos se transforman en grandes superficies interactivas llenas de sensores, imperceptibles al ojo humano.Los diseñadores trabajan con ellos de igual manera que con otro tejido y reconfiguran sus funciones de interacción en cualquier momento.